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CAPÍTULO 8
Azra miraba con ojos curiosos a la nueva favorita del Sultan.
Su nombre era Ayşe, Ayşe Hatun.
Era una mujer muy hermosa, pero no tanto como la joven Italiana. Sin duda, era mayor que ella, unos 17 o 18 años.
─¡Azra! ¡Azra! ─Hacı Agha entro en el Harem al parecer desesperado
─¿Que ocurre, Hacı? ─preguntó mientras se acercaba
─Gracias a Allah, estuve buscándote. Su majestad te está esperando en sus aposentos, dice que es urgente.
─Está bien, Hacı. Ya voy.
Azra camino tranquilamente por los casi infinitos pasillos hasta que finalmente llegó a los aposentos más grandes del palacio.
─Majestad.─realizó una reverencia
─Azra, te estaba esperando. Quiero enseñarte algo.─tomo sus manos
─¿Que cosa? ─ladeó su cabeza
Sin decir nada, Murad la llevo hacia donde había una palanca un tanto escondida entre dos antorchas.
─Siempre me preguntaba para que servía esa palanca.─murmuró la Hatun
Jaló de ella y hubo una luz que la cegó por unos segundos hasta que se acostumbró.
─Aquí mi padre conoció a mi madre.─se mostró emocionado
─Es muy hermoso.─miró con asombro a su alrededor.─Parece que hace mucho que nadie viene aquí.
─Mi padre me habló de este lugar, dijo que algún día el me lo enseñaría, pero ese día nunca llegó.
─Mi Sultan, yo estoy acompañándolo, estaré para usted toda la vida.─lo abrazó
─Eso es lo que me consuela.─soltó un largo suspiro
─Volveremos aquí y haremos de este lugar más adecuado.
─Volvamos.─Murad entrelazó sus manos y la llevo devuelta
Azra se encontraba en sus aposentos, peinando su cabello con delicadeza, mientras se veía en su gran espejo.
Dejo el cepillo a un lado cuando Hande entro a toda prisa.
─¿Que ocurre, Hande? ─se volteo para verla
─Ayşe Hatun asesino a Esin.─confesó mientras se tiraba en el suelo.─Estaba llena de sangre, sus manos estaban quebradas... su cuello cortado...
Azra se quedó en shock, rápidamente fue en ayuda de Hande, a quien abrazo mientras está lloraba.
─Nunca ví algo tan cruel.─susurró aferrándose a Azra
Con la furia creyendo dentro de ella, se puso de pie y salió de sus aposentos. Al llegar al Harem, vio el cuerpo de su amiga Esin, llena de sangre, justo como Hande la había descrito.
En su rostro no había expresión alguna, solo pensó en como haría sufrir a esa serpiente que se hacía llamar Ayşe.
─Alessia.─escuchó la voz de Abdullah
─La haré sufrir por lo que hizo, lo prometo.─lo miro antes de volver a sus aposentos
Al llegar allí, ya no estaba Hande. Se sentó enfrente del espejo y empezó a llorar, abrazando sus piernas contra su pecho.
Escucho el sonido de las puertas abriéndose, pero se negó a mirar y siguió en su dolor.
─Azra...─era la voz de Murad
─¿Por qué? ¿Por qué? Esin era mi amiga.─dijo entre el llanto
─No me gusta verte llorar.─la agarró entre sus brazos y la acostó en la cama
─¿Por qué ella hizo eso? ¿Por qué me quito a mi amiga? ─lloró entre sus brazos
─No llores más.─la obligó a mirarlo
Azra se limpio sus lágrimas, mientras respiraba para calmarse.
─Me aseguraré de que Ayşe tenga su castigo.─prometió antes de besar su frente e irse
Se levantó de la cama y camino hasta quedar frente al espejo. Se limpio sus lágrimas y acomodo su cabello. Respiro profundo y en ese instante entro Hande con una bandeja de dulces.
─Supe que te gustan estos dulces.─extendió la bandeja y Azra la tomo con una pequeña sonrisa
─Gracias.─llevó un dulce a su boca
─¿Ya no estás triste? ─pregunto
─No, ya no.─negó.─Su majestad dijo que la castigaría.
─¿Que pasa si no?
─La aplastare como si fuera hormiga, una hormiga insignificante.
