Capítulo 6

689 61 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Azra se puso su mejor vestido, ya que esa noche, iba a bailar para el Sultan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Azra se puso su mejor vestido, ya que esa noche, iba a bailar para el Sultan. Hacia mucho que no bailaba, y esa era su mejor oportunidad.

─¿Cómo me veo? ─pregunto a la mujer que peinaba su cabello

─Se ve hermosa.─le dijo

─Bien, ya es hora.─se miro una vez más en el espejo

─Como desearía poder ir al palacio de Topkapi, siempre quise ver cómo era estar allí.─soltó un suspiro

─¿Cuál es tu nombre?

─Hande.

─Hande, cuando vuelva al palacio, te llevaré conmigo, serás una Khalfa, o algo así.

─Se lo agradezco mucho, Hatun.

─Vamos, acompáñame.─camino hacia la puerta

Hande Hatun era una fiel servidora al palacio de caza, estaba muy emocionada por finalmente irse de allí y probar otros aires.

La acompaño hasta las puertas de los aposentos dónde el Sultan residía.

─Bienvenida, Hatun. Las mujeres que ayudarán con la música ya están aquí.─le dijo un guardia

─Muy bien.─respiro profundo antes de recordar todo lo que debía hacer

Hande le dió una tela semitransparente y se la puso en su rostro, dejando a la vista solos sus hermosos ojos color verde.

Cuando ingreso en los aposentos y realizó la debida reverencia, de inmediato la música empezó a sonar. Con toda la valentía que tenía reunida, empezó a bailar, mostrando su agilidad.

Los ojos de Murad estaban fijos en ella, sabía bien que era su favorita, se sentía como la primera vez que la había visto, sentía un poco de nostalgia.

Movía sus caderas al ritmo de la música, tenía un don especial con el baile. Fue su parte favorita durante la noche.

En el momento en que la música paró, Azra se arrodilló frente a Murad, mientras las mujeres se retiraban con prisa.

Cuando en la habitación solo estaban ellos dos, la joven Italiana reveló su rostro, dejando de lado la tela que cubría su belleza.

─Mi Azra.─pudo su mano en su mentón. Algo que le indicaba que debía ponerse de pie

─¿Que le pareció? ─pregunto con una sonrisa

─Lo hiciste muy bien.─contestó

Murad unió sus labios en un suave beso, mientras despojaba de su vestido a la fémina. Sus besos bajaron hasta su cuello, sintiendo como se desesperaba cada vez más.

La llevo hacia la cama y la acostó allí, y luego se quitó la ropa, sin esperar nada. Entro de una sola estocada en la intimidad de su favorita, poco a poco iba acelerando su movimiento.


Al día siguiente, Azra se despertó en la madrugada, al abrir los ojos, vio a su Sultan como tomaba algo que parecía ser vino.

─Murad...─dijo mientras se acostumbraba a la luz

─Azra ─rápidamente dejo la copa en una mesa y se acercó a la fémina.─Prepárate, iremos a cabalgar.

Una sonrisa de alegría se mostró en el delicado rostro de la Hatun, se levantó lentamente y fue hacia la puerta.

─Nos iremos dentro de unos días.─dijo tomándola por la cintura

─Como desee, mi Sultan.─esa voz era tan adictiva para Murad, quién podría escucharla hablar todo el día y nunca se cansaría

Murad tomo sus mejillas, y unió sus labios en un corto beso.

─Buenos días, Abdullah.─saludó

─Buenos días, Alessia.─devolvió el saludo.─¿Cómo amaneciste?

─Amanecí muy feliz, ¿y tú?

─Yo amanecí cansado, el día de hoy tengo mucho trabajo.

─El Sultan dijo que nos iremos dentro de unos días, deberás prepararte.

─Parece que no le agrado del todo al Sultan.─se atrevió a decir

─Nah, solo debe tenerte confianza.

─Bien.

Azra siguió su camino hasta llegar a sus aposentos, dónde Hande la esperaba.

─Buenos días.─Hande hizo una leve reverencia

─Hande, por favor busca un par de vestidos, iré a cabalgar con su majestad.

─Está bien.

Azra se sentó en su sofá y espero. Mientras tanto, escogía el collar que se pondría, además también debía escoger su tiara.

─Tengo dos opciones.─mostró dos vestidos, uno color azul y otro color verde

─Quiero el vestido de color azul.─lo señaló

Después de haberse preparado, se puso un abrigo color gris, uno que tenía nuevo.

SOLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora