° Capítulo 8 °

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—No seas aburrido —habla Levi quitándose sus zapatos.

—Es de noche, el agua debe estar helada y puede ser peligroso —replico dando las razones por las que opino que su idea es pésima.

—En la vida no hay tiempo suficiente como para perderlo en preocupaciones incoherentes.

—¿Realmente lo vas a hacer?

—No voy a perder la oportunidad, será una linda anécdota que contar. Es tu decisión si te unes o te lo pierdes.

—¿Qué pasa si me come un cocodrilo?

—No hay cocodrilos de este lado del bosque.

—¿Cómo lo sabes?

—No habitan por aquí, lo peor que puedes encontrar en el lago serán las molestas piedras de la orilla que te lastiman las plantas de los pies.

—Sigue sin convencerme la idea, podrían reportarnos.

—A estas horas ni siquiera las almas perdidas pasean por los senderos.

—Estoy seguro de que me dará un resfriado.

—Te traje aquí porque quería pasar un buen rato junto contigo y divertirnos. No planeaba que actuarías como un señor que asimila las posibilidades de que su sueño de negocio pueda cumplirse mientras me mira con las cejas arqueadas y los brazos cruzados.

—¡Yo no estoy haciendo eso! —me defiendo, mi respuesta hace que Levi ladeé la cabeza y me dediqué una mirada que dice claramente "Sólo mírate"—. Bueno, tal vez sí lo esté haciendo.

—Deja de ser un aguafiestas que se preocupa por todo y disfruta el momento. Al menos durante un instante —sus ojos me miran con diversión e incluso me atrevería a decir que dicen una súplica silenciosa.

Ni siquiera estaba seguro de cómo diablos había terminado atrapado en ésta situación. Con él.

Estaba durmiendo pacíficamente en la cabaña cuando a mitad de la noche escuché que alguien llamaba mi nombre en voz baja y me sacudía de los hombros para despertarme. Cuando abrí los ojos y lo vi, él no dijo nada, solo tomo mi mano y ante mi estado somnoliento, dejé que me guiara hasta el puente del lago.

Antes de que pudiera darme cuenta, ya me estaba quitando los zapatos mientras maldecía por lo bajo. Miré de reojo a Levi, se había quitado su playera, dejando sólo su camiseta y llevaba puestos unos pantalones ajustados de color negro.

Me sentí inseguro al saber que debajo de mi playera no llevaba nada, no quería exponer mi torso desnudo en frente de Levi.

—¿Qué ocurre? ¿Ahora qué excusa vas a poner para evitar entrar al agua?

—No llevo nada debajo de esta ropa.

—Puedes entrar con ella.

—Es mi playera favorita para dormir. Es de lana afelpada e increíblemente suave. No voy a arruinarla para nadar en un lago escondido dentro de un bosque a mitad de la noche.

Levi soltó un suspiro, mis ojos se desviaron a sus manos. Por más que lo intenté, no pude apartar la mirada al ver su abdomen marcado... Tal y cómo lo había imaginando desde que vi los músculos en sus brazos.

Aunque me hubiera enterado de las actividades que realizaba y sabía el esfuerzo físico que requerían, su aspecto no dejaba de impresionarme.

Cada parte de ese maldito hombre parecía estar hecha con las manos de los mismísimos dioses.

Me vi obligado a dejar de mirarlo cuando su mano se extendió en mi dirección, ofreciéndome su camiseta para que la usara. Con la mirada gacha y fija en la tierra, me di la vuelta para quitarme la playera y ponerme su prenda de vestir.

AmnesiaWhere stories live. Discover now