volturi ( renesmee cullen )

Cuatro

EDWARD la olió antes incluso de poder escucharla. El inconfundible aroma a pergamino viejo, tormentas de truenos y sangre era imposible de pasar por alto. Luego oyó sus pensamientos, oyó el deleite que le producía volver a estar con su compañera. Edward sabía que ese día llegaría, y se dio cuenta de que no podía entristecerse mucho de que llegara, porque Renesmee por fin estaría completa, y eso era todo lo que Edward podía desear para su hija.
Se reunió con ella al final del patio, con los dientes blancos y afilados brillando en una sonrisa mientras el sol hacía que su piel reluciera como los diamantes.

Rune Volturi estaba tan hermosa como el día en que la vio por primera vez, aquel día en que les salvó la vida a él y a su compañero en Volterra. Sus ojos verdes le penetraban hasta el alma y si Edward no la conociera diría que le leía la mente y no al revés.
"Hola Edward." Su voz era tan musical como siempre, suave y fuerte a la vez.
"Hola Rune." Respondió él con una sonrisa, que ella se la devolvió con creces. "No voy a mentir, pensé que vendrías antes".

"Tenía que crecer antes de ser mía". La respuesta de Runa fue silenciosa, apenas un susurro para los oídos humanos, pero Edward oyó alto y claro el significado que había detrás de aquellas palabras. Tenía que crecer antes de que se la llevara a Volterra.
Edward sólo asintió con la cabeza en señal de comprensión, y Rune sonrió ampliamente entonces. Sonrió porque ahora la Reina Vampiro sabía que no encontraría resistencia a la hora de llevarse a Renesmee de vuelta a Volterra. Las promesas corrían por la mente de la reina, sonando alto y claro para el lector de mentes. La mantendré a salvo. Será amada. Le daré el mundo entero. Yo...

" ¿Rune?" Una voz familiar llamó, y los ojos de Rune se movieron rápidamente, el verde dejando el dorado de Edwards y conectando con la persona que era su otra mitad.
"Renesmee". El vampiro respiró.

RENESMEE no tenía el mejor sentido del olfato si se la comparaba con un miembro de la manada o con su familia, pero aun así era mucho mejor que el de los humanos. Por eso Renesmee sabía que había vuelto. La híbrida recién inmortal estaba corriendo antes de que tuviera tiempo de contemplar cómo conocía el olor. El aroma que sólo había olido una vez hacía siete años. Sin embargo, Renesmee sabía sin lugar a dudas que era ella, que era Rune.
Renesmee estaba corriendo. Corriendo entre árboles y arbustos y pájaros y ardillas y corriendo...
Y entonces ella estaba parada justo ahí, a menos de tres metros de distancia. Había dejado a Renesmee sin aliento incluso más que la primera vez que se vieron. Años atrás Renesmee era demasiado joven para conocer la belleza, había visto tan poco del mundo y sus pensamientos de aquel día aún permanecen. Rune era la cosa más hermosa de todo el universo.
De repente era demasiado. Había pasado demasiado tiempo. Demasiados pensamientos pasaban por su cabeza. Demasiadas noches había pasado pensando en la hermosa reina de ojos verdes. Demasiado... demasiado... demasiado... demasiado espacio había entre las dos.
"Rune."

Entonces sus ojos se encontraron y el mundo entero simplemente dejó de existir. Esos ojos con los que Renesmee había soñado no hacían justicia a la belleza que eran en ese preciso momento. Eran todo lo que Renesmee podía ver, no a su padre, que se había ido para darles la ilusión de privacidad. Ni a los miembros de la familia que miraban por la ventana porque aquello era lo más interesante que había ocurrido desde que Edward trajo a Bella a casa. Ya nada importaba en el mundo.

"Renesmee". Respiró Rune y de repente la menor se movió.

Rápida como un rayo Renesmee se lanzó hacia la vampira que la atrapó sin dudarlo.
"Prométeme que no volverás a dejarme". Renesmee sólo era consciente a medias de las palabras que estaba diciendo, prestando más atención a la forma en que el olor de la mayor rodeaba ahora a la híbrida, aferrándose a su propio ser mientras Rune inclinaba la cara hacia abajo para morder la garganta de Renesmee. La piel se le puso de gallina cuando la reina paseó la nariz por el cuello de la híbrida antes de que sus labios presionaran ligeramente la base de la garganta de Renesmee."Te lo prometo."