Dos

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RENESMEE la extrañaba. El tiempo pasa, el mundo sigue girando y Renesmee sigue echándola de menos. Echa de menos a la hermosa desconocida con esos hermosos ojos que nunca dejan de atormentar sus sueños. La reina que parece coincidir con la descripción sin esfuerzo. Pasan los años y Renesmee empieza a creer que tal vez la única vez que pueda ver a la hermosa criatura sea en esos sueños. Ve a su padre mirarla, ve a su madre mirarla, ve a todo el mundo mirarla. Renesmee no entiende por qué. No entiende su deseo de ver a Rune Volturi. No entiende la necesidad que siente enterrada tan profundamente en su alma que es imposible sacarla.

Pasan los años, Renesmee se convierte de niña en joven adulta y, sin embargo, el anhelo por lo que aún no comprende nunca se desvanece.

EDWARD sabía que su querida hija estaba confundida. Estaba confundida sobre lo que sentía por la reina de ojos verdes. Aún era tan joven de corazón, tan inocente para el mundo. Renesmee estaba atrapada con la cabeza en las nubes y Edward amaba tanto a su hija por eso.

Se alegraba por ella, de verdad. No creía que hubiera nadie más adecuado para adorar a su hija que la mismísima Reina de los Vampiros. Eso no quiere decir que no se preocupara. Le preocupaba la tristeza que se abría paso en el corazón de su hija. Le preocupaba cuánto tardaría Rune en volver. Aunque melancólico, se preocupaba por lo que pasaría cuando ella regresara. Era inevitable que su hija no se quedara con ellos para siempre, y por mucho que le entristeciera, Edward sabía que era inevitable.

Estaba de pie, observando a su hija mayor charlar en voz baja con su hermana y sus amigos hombres lobo, y sabía que no tendrían mucho tiempo con ella. Su esposa debió de pensar lo mismo porque al llegar a su lado suspiró.

"Las niñas acaban de dejar de envejecer". Susurró Bella, observando a las gemelas con el rostro casi inexpresivo, aunque sus ojos contenían preocupación al detenerse en la mayor.

"Ella vendrá pronto". Contestó Edward.

"¿Crees que Renesmee está preparada para ella?". Preguntó su mujer en voz baja.

"Creo que Renesmee ha estado preparada toda su vida, sólo que ella no lo sabe. Además, Rune la adorará esté preparada o no".

Bella rió, recordando con cariño a la reina Volturi.

"Sí, estoy deseando que llegue su inevitable visita". Edward tarareó ante la afirmación y sonrió, inclinándose para darle un beso en la mejilla a su esposa sonriendo suavemente.

A MILES DE KILÓMETROS DE DISTANCIA RUNE VOLTURI SONRIÓ POR PRIMERA VEZ EN SIETE AÑOS.

volturi ( renesmee cullen )Where stories live. Discover now