volturi ( renesmee cullen )

Tres

RUNE sabía lo que tenía que hacer. En el momento en que se levantó, eso se hizo evidente. El dolor en sus huesos de mármol, el tirón en su corazón siempre quieto, el deseo que nublaba su cerebro.

Rune tenía que ver a Renesmee.

Por fin había llegado el momento. Siete años habían pasado, Renesmee era lo bastante mayor, lo bastante madura, lo bastante fuerte para finalmente ir a casa.

Dejar Volterra sin su familia fue duro. Rune podría haber estado viva durante muchos siglos, pero todos esos años habían estado llenos con la compañía de sus hermanos, sus hijos y su aquelarre.

"Todo irá bien hermana. Eso lo sé". Calmó Aro, sin necesidad de leer los pensamientos de su hermana para ver la preocupación en sus ojos.

"No veo por qué no podemos llevarnos a la niña y acabar con esto". murmuró Caius, siendo siempre el alma compasiva que era.

" Caius. " reprendió Athenodora, clavando los dedos en el antebrazo de su compañero y haciéndole estremecerse. "Pórtate bien".

Sulipcia soltó una risita, y Rune sonrió. Caius nunca quiso admitir cuánto control tenía Athenodora sobre él, a pesar de lo obvio, en cualquier situación en la que se encontraran.

"Encontrarás el amor, hermana mía, y luego la traerás a casa. Deseo tan desesperadamente conocerla". Afirmó Sulipcia mientras estrechaba a la otra vampira en un abrazo.

"Te lo prometo. Volveré a casa con mi queridísima Renesmee". Rune asintió, ahora decidida.

"Madre." llamó Alec, entrando en la habitación con su gemela rubia siguiéndole de cerca. Rune sonrió suavemente a sus hijos, caminando hacia ellos y envolviéndolos en un fuerte abrazo.

"¿No podemos acompañaros madre, no sabemos cómo reaccionarán los Cullen y los chuchos ante vuestra presencia?". Jane preguntó en voz baja, los ojos carmesí delataban la preocupación escrita en sus rasgos habitualmente tranquilos.

"Confío en que la familia Cullen no me hará daño, y si lo intentan no debes preocuparte. Puedo arreglármelas sola, queridos. Además te necesito aquí. Quién sabe qué pasará si me voy. Tal vez Demetri intente inundar de nuevo el salón de baile". murmuró Rune con una sonrisa burlona, dirigiéndose al ruido ofendido que hizo dicho vampiro al entrar en la habitación.

"Eso fue sólo una vez hace doscientos años. Cuántas veces debo disculparme". gimoteó Demetri mientras Heidi y Félix, que le seguían dentro se reían.

"Nos burlaremos de ti al menos durante unos cuantos siglos más". Heidi ronroneó muy seductora mientras rodeaba con sus brazos al avergonzado chico.

"O al menos hasta que hagas otra cosa vergonzosa de la que podamos burlarnos". dijo Félix con una carcajada estruendosa mientras pasaba las manos por el pelo de Demetri.

Rune rió suavemente mientras observaba a los tres compañeros seguir discutiendo.

"Todo se arreglará, te lo prometo". murmuró Rune mientras depositaba un último beso en la coronilla de la cabeza de cada uno de los niños.

La Reina Volturi dio un paso atrás y esbozó una última sonrisa por encima del hombro.

"Bueno, nos veremos pronto, tengo que coger un vuelo y visitar a mi compañera". RUNE VOLTURI ABANDONÓ VOLTERRA Y SE DIRIJO HACIA FORKS.