volturi ( renesmee cullen )

Seis

RENESMEE estaba ansiosa, por mucho que no quisiera estarlo, pero no por las razones que uno pensaría. Claro, estaba nerviosa por dejar a su familia (aunque más triste que nerviosa), y claro, estaba vagamente aterrorizada por encontrarse con la gente que intentó matarla hace menos de una década, pero lo más importante, no tenía ni idea de qué llevar.

Rune estaba en la casa principal, Renesmee podía oírla si se concentraba, hablando con Carlisle y Esme.

Renesmee estaba en su habitación de la cabaña, la maleta abierta y tendida sobre su cama, completamente vacía mientras la joven híbrida corría por su habitación, incapaz de decidir qué llevar.

"¿Necesitas ayuda?" Preguntó una voz familiar, sacando a la híbrida de sus pensamientos mientras miraba hacia la puerta. Rosa siempre había sabido cómo acercarse sigilosamente a Renesmee, desde que eran jóvenes y jugaban en los bosques, eran los momentos en los que mejor se quedaba callada, su vena competitiva entraba en acción. Ahora, Renesmee sólo podía sonreír agradecida a su hermana y asentir.

"Así que te vas de verdad, ¿eh?". preguntó Rosa mientras cogía prendas de ropa de la cómoda y las colocaba en la sección de la cama que no estaba ocupada por la maleta.

"Sí, me voy". preguntó Renesmee, sintiendo que la emoción se instalaba en sus entrañas donde antes estaba la ansiedad. Renesmee llevaba siete años deseando esto, al menos en abstracto. Al principio, cuando era joven y después de la primera vez que conoció a Rune, lo único que sabía era que quería volver a verla, ver sus bonitos ojos y comprobar si su capa era tan suave como parecía. Luego, cuando se hizo mayor y sus padres la sentaron y le explicaron quién era Rune, y quién era ella para Rune, Renesmee lo deseaba de una forma totalmente diferente. Quería ver Volterra, sentía una curiosidad ligeramente morbosa que hacía que su padre la mirara de reojo y la enviara a hablar con Carlisle, que respondía a sus preguntas sobre los Volturi con una sonrisa amable y voz impasible. Todos sabían el destino que le aguardaba a Renesmee, habían superado el odio y el resentimiento al comprobar que Renesmee se uniría al aquelarre de un modo u otro.

"Pero volverás, ¿verdad? Al menos de visita". preguntó Rosa al cabo de un rato, y cuando Renesmee y ella se miraron a los ojos, a la joven híbrida le dolió un poco. Su hermana parecía vulnerable, y sus ojos brillaban con lo que parecían lágrimas. Siempre había habido una brecha entre las gemelas, mientras que Renesmee sabía que no tenía mucha experiencia en el mundo, Rosa la tenía aún menos. Le gustaba actuar segura de sí misma, crecer de manera que llamara la atención de Jacobs ahora que había aprendido cómo podían ser si quería, y ella quería, pero al mismo tiempo Rosa tenía más tiempo del que Renesmee jamás podría tener. Rosa llegaría a vivir una vida más humana que la que Renesmee jamás tendría. Renesmee quien había crecido tanto como pudo en los últimos siete años, Renesmee quien ansiaba estar con alguien a quien sólo había visto una vez.

"Por supuesto." Fue todo lo que la chica pudo decir mientras envolvía a su hermana en un abrazo, aferrándose a ella por un largo momento antes de separarse. "Siempre."