23.

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— No puedes irte ahora. — se quejó Steve, a la vez que caminaba nervioso por la habitación.

— Solo me iré el fin de semana. — explicó Tony — Se lo prometí a Olivia.

— ¿Te parece el mejor momento para tomarte vacaciones?

— Me parece el momento perfecto para alejar a mi hija de aquí. — dijo serio. El capitán se detuvo y lo observó — Quiero asegurarme de que no esté aquí cuando vengan por él. — refiriéndose al soldado del invierno.

— ¿Cómo estás tan seguro de que vendrán por él?

— Por favor, ¿crees que dejarían su "arma" a nuestra disposición?, ¿que se van a rendir así como así?

— Pero ni siquiera sabemos quiénes son…

— Pero no son buenos. — lo interrumpió — No nos van a dejar ganar tan fácilmente. Estoy seguro de que están esperando el momento perfecto para atacar.

— Entonces debemos prepararnos.

— Antes voy a proteger a mi hija.

— Está bien.

★★★

Cualquiera creería que una persona como Tony Stark viajaría de un lugar a otro a gran velocidad, haciendo uso de sus increíbles armaduras inteligentes.
Para muchos - salvo para Olivia - resultaría difícil imaginarlo viajando en auto, tranquilamente, cantando canciones de Billy Joel.

Olivia soltó una carcajada cuando su padre comenzó a improvisar la letra de "We didn’t start the fire" ¹

— ¿De que te ríes? — dijo él divertido

— Esa no es la letra.

— ¿Cómo lo sabes? Ni siquiera habías nacido cuando salió esta canción.

Olivia volvió a reír — ¿Y eso qué?

— Está es una versión distinta.

Ella lo miró alzando una ceja haciendo que Tony soltará la risa.

— Oye, experta en música, mirá que hay allí. — dijo señalando a un lado del camino.

El rostro de Olivia se iluminó al voltear y ver qué casi llegaban a la casa, aquella casa a la que amaba ir de niña.

Su padre, en cambio, la observó a ella. No podía evitar ver en ella el reflejo de su madre.

— ¿Qué sucede? — preguntó en cuanto lo vió.

— Nada. — dijo Tony con una pequeña sonrisa y volvió su vista al frente.

Pronto estaban estacionados a pocos metros de la casa.

Olivia llegó primero hasta la entrada, pero se quedó de pie frente a la puerta.

— ¿Entramos? — preguntó su padre llegando junto a ella. Olivia asintió.

— Es como si el tiempo no hubiera pasado aquí. — dijo observando el lugar.

— Es increíble. — coincidió él.

— ¿Todo sigue igual?

Tony dejó dos pequeños bolsos en una mesa — Si, ¿Por qué preguntas?

— Mi habitación…

Él rió — Si, sigue igual.

Olivia se llevó la mano a la boca — ¡Necesito ver eso! — dijo y se dirigió rápidamente escaleras arriba. — No puede ser. — soltó al encontrarse con aquel cuarto con paredes de color rosa.

Tony se paró en la puerta de la habitación cruzando los brazos — No lo he hecho, pero podemos pintarlo si quieres. — dijo divertido.

— Estaría bien. — se rió y siguió observando su alrededor

En un rincón de la habitación, junto a la cama, había unas cajas apiladas.
Se acercó curiosa a abrir la primera — ¡Mirá! ¡Mis muñecas! — dijo tomando una y enseñándosela a su padre — No puedo creerlo. — sacó un oso de peluche de color blanco, algo dañado por el tiempo — Dios, amaba este oso. — miró a su padre — ¿Lo conservaste todo?

— Te encantaba este lugar, todo esto. ¿Qué debía hacer? — alzó los hombros.

— Gracias. — le sonrió y volvió a observar el interior de la caja. Allí, debajo de las muñecas, y de una libreta vieja, asomaba un pequeño marco con una fotografía. Lo tomó en sus manos y admiró por unos segundos la imagen en la que estaba su madre junto a ellos. — Ella amaba este lugar. — Tony se acercó a su lado y observó la foto. — Estaría feliz de estar aquí.

— Estoy seguro de eso. — dijo a la vez que la rodeó con su brazo y la acercó para dejarle un pequeño beso en la cabeza.

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¹ https://youtu.be/eFTLKWw542g

Mini StarkWhere stories live. Discover now