4.

3.8K 295 10
                                    

Con el correr de los días Tony se acostumbró a la presencia de su hija y la manía de esta de entrometerse en las reuniones del equipo. A decir verdad, no era como si la chica le hubiera dado alguna otra opción. Debió acostumbrarse.

- Parece que las visitas se quedarán un tiempo. - bromeó Thor cuando la vió llegar, haciendo referencia también a su hermano que se encontraba allí.

Loki rió y guiñó un ojo en dirección a Olivia buscando molestar a Stark.

- Entonces - dijo Natasha notando la tensión entre los dos hombres - El soldado del invierno... - dijo, esperando que alguien continúe con la conversación que estaban teniendo antes que Olivia llegara.

Ella se tensó al oír ese nombre, tragó duro e intentó disimular respirando profundamente.

- ¿Dónde fue visto por última vez? - preguntó Tony

- Estuvo en un ataque en Atlanta hace dos semanas. - respondió la pelirroja

Mierda.

- ¿Dónde? - preguntó una vez más Stark.

Olivia sintió como sus manos comenzaban a sudar y su respiración se volvía pesada. Su padre solo debía unir los puntos y se daría cuenta de lo que estaba sucediendo.

- Olivia... - la llamó, pero su voz se escuchó lejos para ella

- Saldré un momento - dijo apresuradamente y salió de la habitación sin darle la oportunidad de hacer alguna pregunta más

- ¿Qué sucede? - preguntó Peter a Tony

- Nada, continuemos...

Los Vengadores continuaron hablando del soldado y sus últimas apariciones, intentando descifrar a dónde se dirigía ahora, para así poder atraparlo. Todos estaban tan concentrados que Loki, seguro de que nadie lo notaría, decidió ir tras Olivia.

Saliendo de la sala, vio a ambos lados en el pasillo y vio como ella se alejaba. No quiso llamarla alzando la voz, entonces prefirió acelerar su paso para alcanzarla.

Cuando estuvo junto a ella no estaba seguro de que decir, ni siquiera de porque la había seguido - Te dije que tarde o temprano lo sabrían - soltó, sin más.

- No molestes... - le advirtió con la mirada fija al suelo

- Yo solo digo que... - se paró frente a ella, provocando que Olivia lo mirara, y perdió el habla cuando vio sus ojos vidriosos y una pequeña lágrima que corría por su mejilla - ¿Estás llorando?

Olivia se percató de esto y se limpió rápidamente con su camiseta. - No.

El Asgardiano no contaba con que su amigo, Steve Rogers había notado su ausencia, y en efecto de la falta de confianza que él le generaba, salió a buscarlo.

- ¿Qué está sucediendo? - preguntó al encontrarlos - Olivia, ¿estas llorando?

- No.

- ¿Qué le hiciste? - se dirigió a Loki con el ceño fruncido

- ¿Qué? - se sorprendió él - ¡Yo no le hice nada!

- Él no me hizo nada... - reafirmó Olivia

- Pero, ¿Estás bien?

- Si Steve, solo tengo algo en mi ojo. - dijo para luego volver limpiarse con la manga de su camiseta.

Loki se inclinó hacia ella y acercándose a su oído le susurró - Eres mala mintiendo...

El capitán estaba a punto de decir algo más, pero Tony llegó con ellos en ese momento.

- ¿Acaso hay otra reunión aquí?

- Papá...

- Ve a tu cuarto Olivia, por favor - le indicó - hablaremos en un momento.

Ella asintió y dió media vuelta para retirarse, no sin antes ver a Loki una vez más, intentando transmitir tranquilidad con su mirada, como si quisiera decirle que no debía preocuparse por ella.

Cuando Olivia se había alejado lo suficiente, Tony se acercó a Loki serio y alzó su índice para señalarlo - No te quiero cerca de mi hija.

Los ojos verdes de Loki se encontraron con los de Tony, ambos se miraron desafiantes, pero el Asgardiano tan solo apretó la mandíbula sin decir nada y se fue.

★★★

Stark se dirigió a la habitación de su hija.

- Soy yo... - dijo abriendo la puerta

- Adelante - ironizó cuando su padre ya se encontraba dentro del cuarto.

- ¿Puedo saber que te sucede? - se cruzó de brazos - ¿Qué es lo que intentas lograr?

- Nada...

- Olivia esto no puede seguir así. - señaló

Ella solo lo veía en silencio. Sentía que ya no podía controlar sus emociones. Se sentía molesta.
Más bien, ocultaba sus ganas de llorar bajo ese falso enfado.

- No puedes seguir irrumpiendo en las reuniones, - continuó él - no puedes irte cuando estoy hablándote

- Lo lamento... - intentó decir

- ¡No puedes faltarme el respeto delante de los demás!

- ¡Lo lamento! - repitió molesta - ¿Me oyes? Lo lamento

- Una cosa más... - resopló - No puedes acercarte a Loki

- ¿Qué? - se sorprendió - ¿Ahora me dirás con quién puedo hablar? Ya no soy una niña papá.

- Pues, te comportas como una - sentenció

- ¿Es en serio?

- Ya no seas una niña caprichosa. - la miró serio.

- Bien. - dijo ella, dejándose caer en la cama

- ¡Bien! - repitió él y luego se retiró del lugar, dejándola sola.

Olivia cerró los ojos intentando tranquilizarse. Contaba sus respiraciones, como le había enseñado su madre, hasta que poco a poco logró relajarse, y casi sin darse cuenta, se quedó dormida.

Cuando despertó la mañana siguiente, bajó a la cocina y se dió cuenta de que, aparentemente, no había nadie en la torre. Eso era bueno, no quería cruzarse con nadie. No quería cruzarse con su padre. No quería discutir de nuevo.

Se preparó algo de comer y desayunó sola, en silencio, mientras en su mente resonaba la frase "no puedes acercarte a Loki" ¿Por qué a su padre le importaba tanto eso? ¿Por qué no le agradaba Loki? ¿Qué había hecho?. Agitó su cabeza intentando ignorar sus pensamientos. Luego de darle un último sorbo al café, decidió volver a su habitación.

En el camino se encontró con una puerta a la que no le había prestado atención antes. Se acercó y pudo darse cuenta que su apellido estaba grabado en esta.

- La guarida Stark... - dijo para sí misma divertida

No lo pensó dos veces, jamás pensaba las cosas dos veces, su curiosidad y sus impulsos siempre la llevaban a querer ver qué había "más allá" - y meterse en problemas por ello, la mayoría de las veces - abrió la puerta y se dió cuenta que había acertado. Pero se sorprendió, sin embargo, cuando el taller de su padre apareció ante ella, era más grande de lo que imaginaba. Avanzó algunos pasos hacia el interior y se quedó maravillada con las diferentes herramientas y máquinas que Tony guardaba allí. Todo le parecía fascinante, estaba encantada.

Al caminar un poco más se topó con una especie de armario extraño, tiró de las pesadas puertas y entonces aparecieron frente a ella las armaduras de Iron Man, esas que tantas veces había visto en televisión, y en fotografías. Se quedó boquiabierta, y se acercó más, para poder ver los detalles de cada una, era algo increíble, y hermoso. Estaba admirando el trabajo de su padre cuando alguien la sorprendió.

- ¡Mini Stark!

Mini StarkWhere stories live. Discover now