Mini Stark

1.

Tranquilízate Olivia, tú puedes.

Inhaló y exhaló varias veces para intentar controlar sus nervios.
Dos meses habían pasado desde la última vez que había visto a su padre y aunque estaba acostumbrada a no verlo durante periodos de tiempo incluso más largos, está vez era diferente.
Ella ansiaba verlo, lo necesitaba.

Here we go...

Cruzó la avenida y caminó hacia el edificio.
La gran torre Stark. Era incluso más imponente de lo que podía recordar, aunque esos recuerdos no eran muy recientes.
Ahora el edificio contaba con una enorme letra "A" en la parte superior en lugar de su apellido, y aunque esto le pareció curioso, decidió ignorarlo por el momento.

Dubitativa, con las manos temblorosas se acercó hasta tocar el timbre.
Tony, que estaba analizando una serie de planos con ayuda de Jarvis, se sobresaltó con el sonido. No era habitual que alguien llamara a la puerta de esa manera.

- Espero que no sean niñas exploradoras. - bromeó a la vez que finalizaba la proyección 3D de los planos.

Su rostro empalideció cuando al abrir la puerta se encontró con la figura de su hija frente a él.

Rápidamente, Olivia dejó caer su bolso al suelo, antes de que el emitiera alguna palabra, y saltó para abrazarlo.

- ¿Olivia? - preguntó confundido correspondiendo, sin embargo, su abrazo.

- Te extrañé. - Dijo ella sobre su hombro

- También yo... pero ¿Qué haces aquí?

La alejó tan solo un poco, tomando con delicadeza sus hombros, para verla.
Ella tragó saliva, era en ese momento cuando debía llevar a cabo el discurso y las excusas que había estado pensando durante el viaje, los sentimientos no debían ganarle.

- Quería verte papá. - Le sonrió

- Pero creí que te vería hasta dentro de dos semanas. - Tony miró detrás de ella, queriendo saber si estaba sola.

- Pues, ¡sorpresa! - agitó sus manos - Aquí estoy, ya no necesitas viajar.

- Pasa. - le dijo, serio. No le parecía prudente que alguien los viera hablando en la puerta.

Mientras ella admiraba la enorme sala de estar, el señor Stark se encontraba confundido, este tipo de sorpresas no era algo que solían hacer, cada viaje siempre estaba perfectamente planeado y organizado.

- Hija, me alegra verte... - comenzó diciendo mientras Olivia tomaba asiento en uno de los sofás - Pero me gustaría que me expliques, se supone que yo viajaría a verlas, a ti y a tu madre, ¿Qué haces aquí? - preguntó

Vamos, no lo arruines ahora.

- Verás, mamá también estaba ansiosa por verte, - mintió - es más, queríamos venir juntas...

- ¿Dónde está ella? - se sentó en el sofá de enfrente y la miró fijamente

- ¿Mamá? - Sentía como sus manos comenzaban a sudar y su corazón se agitaba - Ella no vino...

- ¿Te dejo venir sola? - Frunció el ceño

- Así es... Ella tenía asuntos que atender, asuntos importantes.

Olivia volvió a tragar saliva. No era buena mintiendo, ¿Acaso él se daría cuenta?

- Debería llamarla. - se puso de pie y comenzó a buscar su celular - Jarvis...

- ¡No! - se puso de pie junto a él - yo no la molestaría - Tony la veía extrañado por su actitud - dijo algo sobre hacerse cargo de tus cosas, se oía molesta. No deberías molestarla.

Había dado en el blanco. Ella sabía que nada podía asustar más a su padre, que su esposa cuando estaba molesta. No la llamaría, no por el momento.

- Entonces, ¿unos días padre e hija? - soltó Tony alzando sus cejas

Olivia le sonrió y volvió a sentarse, más tranquila.

★★★

- Si sabía que venías podría haber preparado algo mejor, pero creo que te va a gustar este cuarto. - dijo Stark mientras abría la puerta.

La pequeña habitación de huéspedes no era tal vez lo más bonito del mundo, pero eso no importaba en este momento, Olivia estaba cerca de su padre y eso la hacía sentir cómoda y segura.

- Papá esto es perfecto. - Respondió mientras corría a sentarse en la cama. - Gracias. - le dedicó una sonrisa

- Espero que te sientas cómoda. - le dijo antes de salir de la habitación, dejándola sola.

Olivia se recostó y se quedó viendo el techo.
No le gustaba mentirle a su padre, pero tampoco tenía el valor de decir la verdad. O tal vez no quería aceptar esa verdad.

Al cabo de un rato comenzó a desempacar sus cosas tranquilamente, mientras oía música.

En su oficina, Tony organizaba una serie de papeles cuando Jarvis llamó su atención.

- Señor, su hija quiere saber si desea ordenar pizza. - dijo la inteligencia artificial.

- Jarvis, dile a Olivia que tengo una reunión ahora.

Cuando oyó esto, Olivia fue hasta donde estaba su padre.

- ¿No puedes suspender? - consultó

- Lo lamento, pero no.

- ¿Qué puede ser tan importante? - bufo

En ese mismo momento se oyó que alguien estaba llegando y ambos miraron hacia la puerta.

Antes de salir apresuradamente del lugar Tony le explicó que tenía una reunión con su "equipo de trabajo" y le ordenó ir a su habitación y no salir de allí.
Los reproches de Olivia fueron en vano, pues su padre se fue sin darle otra opción que obedecer e ir a su habitación.

Su equipo de trabajo.
¿Se refería a...?

- Jarvis. - se sentó en la cama - ¿Sabes con quien se reunió mi padre?

- Lo lamento señorita, creo que no puedo darle esa información. - Respondió

- Tendré que investigar... - dijo divertida

- Su padre dio órdenes de que usted no saliera de...

- ¿Tú me delatarías? - lo interrumpió - Tú no eres así Jarvis. - se burló

- Se meterá en problemas.

- No notaran que estoy ahí. - Aseguró