Mini Stark

8.

— Entonces — Tony tomó aire — ¿Estás diciendo que tú lograste ver el rostro de ese sujeto?

— Si, ¿Por qué? — preguntó Olivia confundida

Stark se pasó las manos por el rostro y luego se puso de pie — Necesito hacer una llamada.

— Pero ¿qué… — intentó hablar, pero su padre ya había dejado la habitación

Pasados unos minutos, Olivia seguía sentada en el sofá con la mirada pérdida en algún punto del jardín que se veía a través de la ventana, hasta que Tony regresó.

— Papá…

Él tenía los ojos irritados. Estaba poniendo demasiado esfuerzo para contener su tristeza — Escúchame, en un momento vendrán Bruce y Steve… quiero que hables con ellos.

— ¿Qué sucede?

— Dales toda la información que puedas. — suspiró — Habla con ellos, yo saldré un momento.

— Está bien…

Así Tony Stark volvió a salir del lugar dejando a su hija allí.

Los otros dos Vengadores no tardaron demasiado en llegar.

— Steve — Olivia se acercó en cuanto lo vio entrar — ¿Qué está sucediendo?

— ¿Tu viste el rostro del Soldado del Invierno?

— Si — respondió dubitativa — ¿Que hay con eso?

— Nadie ha visto su rostro, Olivia. — intervino Bruce.

— ¿Nadie?

— Necesitamos que nos ayudes. — prosiguió Steve — Todo lo que recuerdes puede ser útil para identificar a este sujeto.

— Está bien…

Los tres se pusieron a trabajar de inmediato, al mismo tiempo que Tony entraba a su habitación y cerraba la puerta detrás de él.

Se dejó caer en la silla junto a su escritorio. Su mirada se perdió en la nada. No podía seguir aparentando. Por más que quisiera mostrarse como alguien fuerte frente a su hija, ya no podía resistir más, y rompió en llanto. Los recuerdos parecían reproducirse frente a sus ojos. El dolor crecía y era insoportable.
Su esposa, la única mujer a la que realmente había amado, ya no estaba. Se negaba a aceptarlo. Se puso de pie y comenzó a caminar por la habitación, a la vez que se jalaba el cabello.

Al voltear y ver una serie de fotos enmarcadas sobre un estante sintió rabia, y no lo pensó, solo las aventó haciendo que los vidrios se hicieran pedazos en el suelo.

Al oír aquel ruido, Olivia que iba llegando, entró corriendo a la habitación.
Se encontró con Tony sentado en la orilla de su cama, hecho un mar de lágrimas. Sintió como si todo se viniera abajo al verlo en ese estado. Sólo pudo acercarse y, sin mediar palabra, rodearlo con sus brazos en un intento por contener el triste corazón de su padre.

— Lo lamento. — murmuró él

— ¿Qué dices?

— Yo fallé.

— No es cierto. — los ojos de Olivia se llenaron de lágrimas.

— Yo debía protegerlas. Yo fallé.

— Ya deja de decir eso. — soltó molesta y se apartó — Tú… tú nos has amado y cuidado siempre. No nos has fallado ni una sola vez. ¡No puedes hacerte responsable por esto! No es tu culpa papá… Tú la amabas.

— Más que a nadie. — sus palabras se ahogaron en su llanto y Olivia se acercó para abrazarlo una vez más.

Ella sintió que al fin podía dejar salir aquel dolor y apoyarse en su padre. De la misma manera que él se apoyaba en ella. Finalmente, se tenían el uno al otro...

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Nota de autora: quienes leyeron esta historia con anterioridad, van a notar un ligero cambio. En la versión anterior, Pepper era madre de Olivia. Eso es algo que a muchos (cuando se publicaba en TikTok) no les había gustado. Después de considerarlo bastante, decidí cambiarlo. Eso no significa que el personaje de Pepper quede completamente descartado, tal vez pueda hacer una aparición más adelante 😉

Gracias por leer ❤️