Mini Stark

12.

Una sensación extraña, algo similar al dolor de estómago, invadió a Olivia luego de que Tony y el equipo se fueran. Sin embargo, se convenció a sí misma de que no era nada, y que tal vez solo tenía hambre. Así que con esa idea, se dirigió a la cocina del complejo para prepararse una merienda.

Mientras se sentaba a la mesa, comiendo unas tostadas, Loki entró.

— ¿No hay nadie? — preguntó

Olivia movió la cabeza en respuesta ya que tenía la boca llena.

— Y aún no has incendiado el lugar… Eso es un logro.

Ella rió — Todos salieron. No me han dicho dónde iban, tal vez tenían alguna misión. Tu hermano iba con ellos. — Loki no estaba prestandole atención, como si se hubiera perdido en sus propios pensamientos. — ¿Estás escuchándome? Loki…

Parpadeo velozmente y la miró — ¿Si?

— ¿Estás bien?

— Si, ¿Por qué lo preguntas?

— No lo sé… pareces distraído. Creí que tal vez podíamos seguir entrenando pero… — Él frunció el ceño como si no comprendiera — ¿Seguro que estás bien?

— Creo que saldré un momento.

No esperó a que ella le respondiera, simplemente desapareció, dejándola allí, confundida y con un dejo de preocupación.

Preocupación. Eso era lo que sentía ahora.
¿Por Loki? ¿Por su padre?
No estaba segura.

Terminó de comer y decidió que lo mejor sería no pensar tanto. Aunque le resultara imposible, haría su mejor esfuerzo.

Fue a la sala y encendió la televisión.
En un canal de noticias estaba la imagen de su padre, con su característico traje, volando sobre la ciudad.

— Hey, si era una misión. — dijo en voz alta.

Pero antes de averiguar de qué se trataba dicha misión, escuchó al equipo llegar. Así que apagó la televisión y fue en busca de ellos.

Estaba llegando a la sala de reuniones cuando Peter la interceptó.

— Olivia, no puedes pasar. Lo lamento.

— ¿Por qué?

— Tengo órdenes de no dejarte entrar. — explicó y alzó los hombros — Lo siento.

— Peter… ¿Sucedió algo? — esa sensación de nuevo — ¿Mí padre está bien?

— Por supuesto que él está bien. Pero no debes ver al prisione… — Peter se dió cuenta de que estaba hablando de más.

— ¿Prisionero? — arrugó la frente — Peter, déjame entrar.

— No. — respondió firme

— Peter, están ocultandome algo. Déjame pasar.

— No. — reiteró, ahora con menos firmeza, viendo que Olivia se estaba exasperando.

— Lamento esto.

El chico se extrañó ante esa última frase, pero antes de que pudiera reaccionar de alguna manera, Olivia lo tomó del brazo y lo hizo dar una vuelta para finalmente hacerlo caer al suelo.

Rápidamente atravesó las puertas de la sala, sorprendiendo a todos los presentes.

— ¿Qué rayos sucede? — exclamó Tony

Pero ella no lo escuchó. Se paralizó completamente al encontrarse frente a frente con quién era ahora prisionero de Los Vengadores.

El soldado del invierno.

— ¡Parker! — llamó Stark al chico de un grito y este entró corriendo — Creí haberte pedido que no la dejaras entrar…

— Lo intenté señor… Pero ella me derribó.

— ¿Qué dices?

— Me tomó del brazo, me hizo una llave y me lanzó al suelo.

Stark se sorprendió y miró a su hija — Olivia… — pero ella estaba de pie frente a la cabina en aparente estado de shock — Olivia — insistió — Hija, reacciona…

— Él… — titubeó — Tú… — lo señaló

— Olivia — la llamó Steve está vez — Las cosas no son como tú crees.

Volteó a ver al capitán con los ojos llenos de lágrimas — ¿Qué dices?

— Será mejor que salgas de aquí. — señaló Tony — Parker acompañala afuera.

Peter se acercó hasta ella e intentó tomarla suavemente del brazo para acompañarla afuera, pero ella se soltó de su agarre, y salió por su cuenta.

— ¿Loki te enseñó a hacer eso? — preguntó el muchacho cuando estuvieron fuera.

— ¿Qué? — Olivia estaba ida, ni siquiera prestaba atención a las palabras de Peter.

— Sé que estuviste entrenando. Oí a Thor hablando con Loki.

Loki.

— ¿Sabes dónde está?

— Él no ha vuelto.

— Peter… — dijo calmadamente — Necesito estar sola ¿Si?

— Está bien, sólo no…

— No entraré a la reunión.

— Bien.

Peter la dejó sola en el corredor.
Olivia volvió a ver a la puerta de la sala de reuniones, pero se dijo a sí misma que no valía la pena entrar otra vez.

No se sentía bien. Era como si el aire le faltara... Por eso se dirigió al jardín...