Capítulo XXVII: El agua del pozo

309 3 0
                                    

Quisiera convencerte de que todo va a estar bien, de que vas a salir del pozo en el que te encuentras, de que vas a respirar por fin, que vas a dejar de lado esos pensamientos que te vienen por las noches, aunque últimamente han aparecido de día también, esos pensamientos que quieren matarte... Pero sé que no me crees.

No me crees cuando te digo que eres suficiente, no me crees cuando te digo que te quiero, no me crees cuando te digo que eres fuerte, no me crees cuando te digo que vas a salir de esto, no me crees porque tu mente impide que te sientas así, porque tu mente cree que te estoy mintiendo solo porque tenemos un vínculo.

Yo tampoco creía a mis primas cuando decían que era fuerte, a mi hermana cuando me dijo que era suficiente y que saldría de todo, a mis amigas que me decían lo mucho que me querían, no las creía porque pensaba que lo decían por pena, para no herirme e intenté acabar con mi vida.

Pero ahora sé que soy válida, suficiente, fuerte, sé que merezco amor y que tú también lo mereces, mereces ser feliz, mereces amor, mereces saber que eres suficiente, que eres fuerte, que tienes valor.

Necesito que sepas que estaré junto a ti para que cuando caigas porque tus rodillas son débiles tengas un soporte, estaré junto a ti para que cuando vuelvas a brillar sepas que nunca has estado sola, nunca te dejaré sola porque las estrellas están rodeadas de otras estrellas, tú eres una estrella.

Pero aún así, aunque yo te tenga una alta estima y te vea hermosa sé que tú sigues pensando que es por pena, que no te quiero, que solo te lo digo por pena, quisiera convencerte de que todo va a estar bien, de que vas a salir del pozo en el que te encuentras, pero no puedo hacerlo si me miras como si de un segundo a otro vas a dejar que el agua del pozo te ahogue.

El diario de una persona rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora