El nuevo maestro

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"¡Harreh!" Escuché una fuerte voz irlandesa llamándome por todo el pasillo.

Me di la vuelta después de cerrar mi casillero y me encontré con mi mejor amigo que corría hacia mí con una amplia sonrisa.

"Hola, Nialler". Le sonreí cuando se detuvo frente a mí. Se apoyó contra los casilleros y cruzó los brazos frente a su pecho.

"¿Qué dices sobre salir el viernes? No hemos salido en mucho tiempo". Se quejó haciendo un puchero infantil.

Solo gemí y me acerqué a la papelera para tirar un papel arrugado que encontré en mi casillero.

"Vamos, Haz. Podemos ir al pub y tomar unas copas. Será divertido". Me giré hacia él y lo miré con las cejas levantadas. No me malinterpreten, me encantaba salir de vez en cuando, pero el problema con Niall era que siempre se emborrachaba demasiado y yo siempre tenía que cuidarlo y no podía disfrutar de la velada.

Estaba contemplando si quería aceptar la oferta de Niall o no cuando nuestro otro mejor amigo se acercó a nosotros con pasos rápidos.

"¿Está bien, muchachos?" Preguntó y Niall lo saludó felizmente. Entonces se me ocurrió una idea.

"¡Liam!" exclamé.

"¿Sí?" Liam me miró inquisitivamente.

"¿Quieres salir el viernes?" Dije rápidamente, sonriéndole inocentemente. Si le decía ahora que cuidara de Niall cuando estuviera borracho, entonces no vendría, así que me quedé en silencio y solo esperaba que dijera que sí.

"Uh, sí. ¿Por qué no?" Palmeé internamente mi espalda y de repente estaba aún más emocionado por el fin de semana.

"¡Maldita sea!" Niall vitoreó justo cuando sonó la campana. Literalmente saltó todo el camino a clase y me pregunté de nuevo, como todos los días, cómo alguien podía tener tanta energía, especialmente cuando ni siquiera eran las nueve de la mañana.

"Este chico, lo juro". Liam se rió a mi lado y me uní a él, sacudiendo la cabeza divertida.

Todos nos habíamos conocido en quinto grado y desde entonces hemos sido mejores amigos. Ahora estábamos en nuestro último año de secundaria y todo salió muy bien. Éramos bastante populares, no el tipo de gente por la que todo el mundo babeaba cuando nos cruzábamos, pero nos llevábamos bien con casi todo el mundo, y los profesores y las clases estaban bien. La escuela no fue lo peor, al menos no nuestra escuela.

Entramos al salón de clases y nos sentamos en nuestros asientos en la tercera fila. A mi izquierda se sentó Liam ya mi derecha Niall. Como nos conocemos, tuvimos casi todas las clases juntos y este año no fue una excepción, aunque no es que me quejara.

Mientras esperábamos a la Sra. Robinson, nuestra profesora de Historia e Inglés, comencé a escribir en mi cuaderno. De hecho, me gustaban estos temas, pero la Sra. Robinson era una anciana gruñona que odiaba a los niños. Ni siquiera sabía por qué se había convertido en maestra en primer lugar, pero como sea. Después de media hora nuestro director entró al salón de clases y todos los estudiantes se quedaron en silencio. No hubo charlas ni risas, ni siquiera el susurro de los papeles mientras todos esperábamos a que dijera algo. El Sr. Walker no parecía feliz, de hecho parecía estresado y un poco triste mientras se recostaba en el mostrador de recepción apoyándose con las manos en la superficie.

"Buenos días, clase. Desafortunadamente, tengo malas noticias. La Sra. Robinson lamentablemente falleció anoche inesperadamente. La escuela realizará un servicio conmemorativo en el gimnasio mañana. Por favor, vengan y presente sus últimos respetos a ella". Hizo una pausa por un momento y nos permitió procesar sus palabras.

My Teacher/L.S [Traducción]Where stories live. Discover now