Capítulo 4. Charla entre hermanos.

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Narra Naruto:

Estaba tranquilamente comiendo papas fritas con Chouji mientras hablabamos de temas banales. No recordaba que hablar con un niño fuera tan aburrido, es mil veces más entretenido escuchar las historias de Asahiko que hablar con cualquiera de éste salón.

Hoy era la prueba final para convertirnos en ninjas. Estaba aún más emocionado que la primera vez.

Claro, a diferencia de esa, esta vez no era el último muerto de la clase. No era el mejor ni tampoco estaba entre los mejores, pero al menos no era el peor.

Todavía recuerdo cuando recreé el Harem no jutsu y se lo mostré a Asahiko Nii. Pareció sorprendido un momento pero luego me pidió que se lo enseñara. Creo que su chica es más bonita que la mía, como él si tiene una carita angelical...

Había pasado media hora y mi hermano no volvía, comencé a preocuparme así que fuí al baño para ver que tal estaba.

— ¿Nii-San?.— Pregunté entrando.— ¡Asahiko Nii!.— Exclamé al verlo tirado en el suelo. Con algo de esfuerzo (porque era un poco más alto que yo) lo llevé a la enfermería.—¡Baa-chan, ayúdelo por favor!.— Le pedí a la mujer mayor que atendía allí.

Ella miró con algo de desagrado a Asahiko Nii, pero ante mis súplicas lo atendió. Mientras ella le tomaba el pulso me puse a recordar cuando yo era el Jinchuriki. Me miraban al igual que lo hacen con Asahiko, solo que conmigo no eran tan agresivos. A mi Nii llegaron a golpearlo sin razón, pero yo me buscaba los golpes.

Estuvimos ahí unos diez minutos más hasta que por fin reaccionó.

— ¡¿Nii-san?! ¿Estás bien?.— Le pregunté posicionándome a su lado.

— S-si.— Respondió sentándose en la cama.— Solo se me bajó el azúcar.

En ese momento entró Iruka-sensei.

— Oh, así que ya despertaste.— Se inclinó.— ¿Crees que estarás bien para hacer las pruebas finales o prefieres descansar?.

— Haré las pruebas, ya estoy mejor.— Respondió decidido.

(...)

Cuando hice el clon y me dieron la banda ninja sentí que era la persona más feliz del mundo. Lo había logrado a la primera.

Mi felicidad no duró mucho al enterarme que mi hermano no había pasado. ¿Será que tiene que vivir lo mismo que yo? ¿A él también lo van a engañar?.

Pero él no se lleva con Iruka-sensei como yo... No es travieso ni intenta llamar la atención, así que Iruka-sensei lo trata como el resto de los aldeanos... Tengo que hacer algo respecto a eso.

Salí a buscarlo ya que no lo encontraba. Unos momentos después lo encontré, estaba a un lado de la Academia. Se veía muy enojado, por no decir furioso.

— ¿N-nii-san?.— Lo llamé vacilante.— ¿Estás bien?.

— Vámonos a casa.— Dijo tajante. Me tomó del brazo y comenzó a caminar.

Estaba que hechaba humo, maldecía por lo bajo y su cabello se elevaba ligeramente. Parecía nuestra madre cuando se enojaba.

Me preguntaba internamente quién lo había hecho enojar tanto, hasta que la respuesta vino a mi mente.

Mizuki.

Como suele canturrear Asahiko Nii: Ese compa ya está muertoooo~
No más no le han avisadooo~

(...)

Hace ya unas horas que estábamos en nuestro departamento y Asahiko Nii no había dicho ni una palabra. Eso me inquietaba, ¿No pensará hacerle caso, verdad? No lo sabía, al parecer tenía que esperar para eso.

Nuevo UzumakiOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz