Prólogo.

3.9K 289 65
                                    

Abrió los ojos encontrándose en una habitación pobremente iluminada por algunas antorchas.

El frío pasó por su garganta y un llanto agónico salió de ésta, un llanto de bebé.

- Ya nació.- Escuchó una voz masculina murmurar.

No entendía nada ¿Qué estaba pasando? ¿Donde estaba? ¿Había vuelto a ser un bebé? ¿Por qué?

Le llamó la atención otro llanto, así que hizo todo su esfuerzo por callar. Solo se oían sus sollozos y el ruidoso llanto de otro bebé.

- Ahora soy padre.- Dijo aquél desconocido derramando algunas lágrimas de felicidad.

- Son unos niños muy saludables.- Dijo una señora a la cual desconocía.

- ¡Asahiko, Naruto!

"¿Naruto?" Pensó nuestro protagonista, tratando de enfocar su mirada pues veía todo borroso.

- ¡No los toques! La madre tiene que verlos primero primero.- Exclamó la mujer que lo cargaba. El rubio no parecía muy feliz por eso.

Los llevó hasta donde una cansada pelirroja reposaba, ésta los vió desbordando un gran amor por sus hijos.

- Asahiko... Naruto... Al fin puedo verlos.

El ahora conocido como Asahiko hizo todo su esfuerzo y finalmente pudo enfocar la vista, llevándose una enorme sorpresa.

Ahí estaba Kushina Uzumaki y Naruto. Su expresión de sorpresa hizo reír a la pelirroja.

- ¿Pasa algo, Asahiko?.- Preguntó aún sabiendo que no iba a responder.

El menor giró su cabeza a su ahora hermano, éste lloraba ruidosamente y lo aturdía un poco. Estiró su bracito y le acarició la mejilla ligeramente, esto logró calmarlo.

- ¡Vaya! Logró hacer que su hermanito dejara de llorar.- Minato sonrió feliz por ello.

- Podrás verlos más después de limpiarlos.- La mujer mayor se llevó a los bebés para cumplir con lo dicho.

Aún en shock pudo apreciar como un remolino se formaba delante de ellos, de éste salió un enmascarado. Las mujeres gritaron antes de ser asesinadas. El sujeto había tomado a ambos niños en un brazo mientras amenazaba con dañarlos con el otro.

- Cuarto Hokage Minato, aléjate de la Jinchuriki.- Habló amenazante.- Si no lo haces, la vida de éstos niños terminará en un minuto.

El rubio los vió con preocupación, luego su esposa soltó un grito de dolor, se dió cuenta de que el Kyubi podría salír del sello en cualquier momento, cosa que lo preocupó aún más.

- ¡Kushina!

- Aléjate de la Jinchuriki.- Sacó un Kunai de su manga apuntando a los bebés.- ¿No te importa lo que le pase a tus hijos?.

- ¡Espera! ¡Cálmate!

- Habla por tí, Minato. Yo estoy tranquilo.- Respondió con calma lanzando a ambos bebés hacia arriba.

Acto seguido saltó empuñando el Kunai, dispuesto a matarlos.

- ¡Asahiko, Naruto!.- Gritó Kushina aterrada.

Minato había llegado hasta ellos, acumulando chakra en sus pies para permanecer parado en la pared.

- Bueno, tendré que dejárselo al rayo amarillo.- Aterrizó.- Pero ¿Qué pasará con lo otro?.

Minato notó los papeles bomba que había en la manta de sus hijos, apresuradamente se las quitó y las arrojó para posteriormente salír volando de ese lugar. Calló en la intemperie, sosteniendo a sus hijos entre sus brazos, recibiendo todo el impacto. Naruto comenzó a llorar nuevamente.

Nuevo UzumakiWhere stories live. Discover now