C A P Í T U L O 37

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     Y aun estaba aterrada, no por lo que Lyron pudiera llegar a hacerme si no por mi incapacidad de responder, de defenderme a mí misma, pero de nuevo, el suave mecer de ese lazo había logrado calmarme lo suficiente como para mantenerlo bajo control.

      El sonido lejano de la lluvia contra el suelo cubierto de hojas también había sido un buen aliciente para calmar mis nervios. No estaba segura de cuándo había comenzado a llover, sobre todo teniendo en cuenta que una hora antes el cielo estaba completamente soleado.

      Me estiré lo suficiente como para rebajar el nivel del agua hasta mi barbilla dejándome tomar una larga y profunda respiración. Cerré los ojos y mantuve la mano sobre mi pecho, exactamente sobre mi corazón.

      Podía sentirlo palpitar lentamente bajo mi mano. Lentamente, finalmente calmado.

       Pum, pum.

       Pum.

      Pum,Pum.

      Lo confundí con una respiración intensa al principio. Tardó largos segundos en repetirse pero, el lazo vibró de vuelta, suave, casi como una caricia dejada sobre la mejilla. Casi tímido.

      Mis músculos se destensaron y comencé a pensar que el agua de la bañera estaba tan caliente que hasta yo misma me estaba disolviendo.

      Aún no estaba segura de si era él quien realmente estaba al otro lado. De si era realmente Cassian quien estaba dando respuestas a mis tirones.

      Una parte de mi deseaba que así fuera, se sentía agradable imaginar que alguien conocido aún era consciente de mi existencia pero, por otra, era doloroso. Porque ese lazo no debía de sentirse de esa manera, no debería alegrarme de esta unión porque no la merecía, no era correcto.

      Nesta y Cassian habían dado todo el uno por el otro. Nesta ama a Cassian como nadie amado nada en este mundo y yo le había arrebatado algo que le pertenecía exclusivamente a ellos.

      Sentirme bien con la idea de que ese lazo siguiera ahí no hacía otra cosa que llevar los pensamientos de que era una ladrona una y otra vez a mi cabeza.

      Pero...mantuve la mano sobre el hilo, dándole ligeras caricias en respuesta a las vibraciones que llegaban a mi. Era casi como una canción de cuna, una calidez indescriptible que me bañaba los huesos cada vez que otra ligera honda llegaba a través del lazo y se expandía por mi cuerpo.

      No sé exactamente cuánto tiempo pasé así, hundida en el agua con los ojos cerrados y únicamente enfocada en la calidez que el lazo me transmitía una y otra vez, por eso, cuando un golpe en la puerta rompió mi tranquilidad, no puede evitar aferrarme con fuerza al lazo. Mis dedos invisibles se enrollaron y tiraron de él con fuerza como si eso supusiera algo.

       —¿Estás ahí dentro? —La voz de Eris hizo que soltara el lazo con suavidad —Necesito hablar contigo, sal.

      Una nueva vibración, casi tan fuerte y contundente que logró cortarme el aliento, llegó a través del lazo. Durante un segundo dudé pero, volvía dejar una pequeña caricia sobre el fino hilo brillante y sin más volví a hundir su recuerdo en lo más profundo de mi mente.

      Salí de la bañera y tomé el albornoz que yo misma había dejado sobre un pequeño taburete antes de entrar en el agua. Envolví mi cuerpo en el suave material, lo anudé al frente y estrujé mi cabello con mis manos para deshacerme de la mayor parte del agua en él y luego simplemente lo dejé caer contra mi espalda.

      No me había molestado en traer ropa, no había anticipado que Eris se presentaría en mi cuarto, no al menos tan temprano. Me di un vistazo rápido en el espejo, mis mejillas aun estaban algo sonrojadas y mis ojos aún irritados pero, no tenía tan mal aspecto como esperaba.

Una Corte De Sombras Y Sangre© [CASSIAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora