C A P Í T U L O 8

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° V Y N E E A °

Los brazos de Nyx se alzaron sobre su cabeza mientras trataba de alcanzar los mechones sueltos de mi cabello

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Los brazos de Nyx se alzaron sobre su cabeza mientras trataba de alcanzar los mechones sueltos de mi cabello. Reí cuando su ceño se frunció con molestia al no poder alcanzarlos.

Había pasado oficialmente una semana desde que había despertado, dos si contamos desde la noche en la que ellos me habían encontrado.

Nada había cambiado demasiado; mi mente seguía vacía, —ni un solo recuerdo más allá de lo que había salido en aquella noche gracias al poder de Rhysand—, mi espalda estaba definitivamente curada y ahora ya no había puntos en mi piel, solo dos largas cicatrices que dejaban como prueba lo que alguna vez había habido allí. Había mantenido mi estancia en la Casa del Viento, no había querido causar más molestias con un traslado a la Casa del Río aunque Feyre me lo hubiera propuesto varias veces. Todo a raíz de que si me apetecía salir por la ciudad desde aquel lugar sería más sencillo, —sonreí —, aun me costaba creer que desde la casa en la montaña solo se pudiera salir volando.

Morrigan me lo había explicado con más detalles una tarde en la que se había empeñado en hacerme compañia, al parecer la casa estaba protegida con distintos tipos de guardas mágicas, una magia antigua que ni Feyre ni Rhys sabían deshacer, y eso causaba que nadie pudiera transportarse al interior. Solo volando fuera de las guardias era posible transportarse a otro lugar.

Realmente aun me costaba hacerme a todo aquello. Incluso cuando dentro de mi mente había cosas que simplemente parecían no ser extrañas, como el hecho de que mis orejas fueran puntiagudas o que Rhysand, Feyre, Morrigan e incluso Azriel pudieran simplemente desaparecer en una esquina y aparecer en el otro extremo de la casa, otras como el que el alto lord fuera capaz de meterse en mi cabeza, en mis pensamientos era simplemente incomprensible.

Nyx volvió a ponerse en pie sobre mi regazo, esta vez logrando tomar uno de mis mechones plateados y tirando con suavidad de el.

—Nyx no tires del pelo de Vyneea, mal, eso está mal —Regañó Feyre observando sobre el gran caballete frente a ella.

Algo que tampoco lograba comprender era aquel lugar, aquel pequeño y cálido estudio en el barrio de las artes de Velaris. El arcoiris que me había parecido ver el primer día desde aquella terraza.

Feyre me había arrastrado hasta aquí hace dos días por primera vez, inicialmente yo me había rehusado a venir, aun me encontraba algo incómoda saliendo a la calle, sobre todo por el hecho de que aún no era capaz de caminar más de tres pasos por mi misma antes de caer. Gracias al Caldero ella misma se había encargado de transportarnos directamente hasta este pequeño espacio ahorrandome la vergüenza de ser tenida que llevar en brazos pro las calles de Velaris.

—Está bien, le gusta jugar con mi cabello, ¿verdad? —Sonreí hacia el pequeño mientras sacudía suavemente mi cabeza frente a él, causando que más mechones desperdigados cayeran en mi frente.

Una Corte De Sombras Y Sangre© [CASSIAN]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin