C A P Í T U L O 30

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° V Y N E E A °

      Mi cuerpo se sentía tan agotadado en cada uno de los sentidos de la palabra que al sola idea de deshacerme de la sábana que me cubría se sentía como una tortura.

      La noche anterior había sido dura, no solo porque mi cabeza no dejaba de pensar en lo que Eris de manera indirecta me había confirmado sino que, además, no había podido parar de sentir como una mirada extraña y curiosa me observaba desde más allá de la oscuridad que se arremolinaba detrás de las ventanas. Finalmente había logrado cerrar los ojos cuando el sol ya comenzaba a amenazar con asomarse en el horizonte, y ahora, sí ser consciente de que hora era realmente, Eris había decidido que yo ya había dormido suficiente.

       —Levántate —Dijo con un tono de voz aun ronco, como si él también hubiera dormido de más —En una hora iremos a la mansión, así que vístete y arréglate lo suficiente.

       Gruñí ligeramente bajo las sábanas en una súplica inutil, Eris siguió moviéndose por la cabaña haciendo la mayor cantidad de ruido posible al caminar o dejando caer objetos aposta, solo se detuvo cuando de mala gana aparté las sábanas y me senté en el borde de la cama dejando que mis pies tocaran la madera fría del suelo.

        —Pensé que estaríamos aquí un par de días —Protesté.

       Observé de reojo como en la mesa había un par de platos con un desayuno igual de rudimentario que la cena, pan y algo de tocino seco, aun así, el estómago me rugió cuando vi como Eris le daba un gran bocado al suyo.

       —Cambio de planes, mi padre tiene curiosidad por ti, criatura —Rodé los ojos ante ese estúpido nombre —Desde hoy vivirás en la mansión.

       Me puse en pie.

       —¿Y si no quiero? —Eris me dio una mirada seria en respuesta, "no tienes otra opción", dijo sin necesidad de palabras —¿Debo de aparentar algo? Cuando lleguemos allí me refiero.

Una Corte De Sombras Y Sangre© [CASSIAN]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu