Una Corte De Sombras Y Sangre© [CASSIAN]

C A P Í T U L O 22

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Ella estaba aquí.

Ella estaba en Bajo la Montaña.

Mor siguió mi paso apresurado, Helion un par de metros atrás uniéndose a nuestra marcha.

Había percibido el aroma de ambas según había salido al pasillo tratando de regresar al punto de encuentro que los tres machos habíamos pactado. Mor apareció en mi camino segundos después, en su mano derecha una luz que penetraba en su piel y guiaba su camino, —magia de Vyneea— según ella.

Y quizás fuera el que no la hubiera vuelto a visitar en los días anteriores mientras seguía inconsciente, o que había tratado de olvidar aquel desconcertante momento junto a ella noches atrás pero, nada más saber que ella estaba allí, quizás sola sin haber encontrado aún a Rhys, hacía que cada centímetro de mi piel se erizara.

“Rhys” lo llamé una vez más, sin embargo nada retumbó en el canal cerrado. En cierto momento, el cual había pasado desapercibido, Rhysand había cerrado su mente para nosotros y ninguno era capaz de conectar con él.

El corazón me palpitaba con violencia tras las costillas.

“Rhysand por el jodido Caldero, dime dónde estás“ insistí.

Doblé el pasillo iluminado por la luz viva de mis sifones. Un escalofrío me recorrió la nuca y espalda cuando mis ojos recayeron sobre los marcos tallados con criaturas semejantes al Attor. Aún tenía vivo el recuerdo de Feyre terminado con él en los cielos de Velaris.

Nunca había dudado de sus capacidades pero, aquel día, después de haber invocado a los lobos de agua y de haberse transportado en el aire solo para evitar que el Attor huyera supe que ella era exactamente lo que Rhysand necesitaba, lo que todos nosotros necesitábamos. 

“Rhysand por el amor de la puta Madre, Vynnea está aquí, ¿está contigo?” mis palabras chocaron contra el muro de obsidiana sellado hasta en su último centímetro.