Capítulo 24

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Wildest dreams

Somos humanos. Félix lo sabía con demasiada perfección, pero es que se sentía tan irreal para ser humanos, que en ese momento no podía imaginar los giros de la vida tan inesperados como un juego de carrusel en donde todo sube y baja pero al final es todo un ciclo, esos giros tontos donde todas las cosas suben y bajan, que dan y quitan, que sostienen y tiran, esos cambios magníficamente planeados con un propósito en la vida que a final de cuentas, aunque nos luzca insignificantes en su momento, siempre nos da una enseñanza, un porque, una advertencia, quizás como bien se dice, de los errores se aprende, quizás y fue un suceso importante el haberse topado de mala manera con Hyunjin, quizás y es por eso que ahorita lo tenía en sus brazos, completamente aferrado a su cintura y sonriendo entre sueños.

Félix como siempre no podía dormir aquella madrugada, así que solo se dedicó a contemplar a la bonita casualidad que la vida le había puesto en el camino. Se pregunto que sí, tal vez su enamoramiento por Jeongin nunca hubiera existido, él en este momento no estaría de esta forma con Hyunjin; durmiendo acurrucados, completamente dormido, con la respiración de este haciéndole cosquillas en el pecho y los labios estirados en una sonrisa, literalmente de en sueño, pues dormía plácidamente sobre las almohadas y sosteniendo a Félix. Estaba tomándolo por la cintura, como si temiera a qué se fuera, Félix simplemente se sintió en paz, con un calor malditamente bueno en el cuerpo y experiencias que nunca podría borrarse de la mente.

Acarició el cabello sedoso y húmedo del mayor con una mano, con la suavidad con la que se trata lo que se ama, pero estaba tan clavado en sus pensamientos que no se dió cuenta que por accidente rozo su dedo en la oreja y eso le causó cosquillas a un Hyunjin dormido, logrando que esto le despertará; Hyunjin era terriblemente cosquilludo en esa zona, y Félix siempre aprovechaba eso besándole para causarle cosquillas, pero es noche solo fue un desliz que hizo que el mayor abriera los ojos somnoliento y con una enorme sonrisa, bostezó.

- ¿No puedes dormir?- su voz sonó pastosa y con pereza, Félix se exaltó por la voz que sonó interrumpiendo sus pensamientos.

-Shu, shu, shu, duérmete, no quise despertarte, lo siento - le arrulló Felix, pero era tarde, Hyun ya había despertado, tallándose los ojitos para mantenerse despierto.

- ¿Insomnio de nuevo?- Lix asintió.

- no debí tomarme ese café tan tarde-mentira, su vida y lo que pasaría en un futuro tan cercano le mantenía completamente despierto por las noches, digamos que antes eso no le atormentaba, pero estaban a nada de regresar a casa y realmente, si bien Jeongin ya no lo sentía como una sombra en la vida de Hyunjin, aún así podía esperarse una sorpresa. Se comía la cabeza por cosas plenamente innecesarias, así era Félix a fin de cuentas; siempre comiéndose la mente con cosas que no podía controlar, con el pensamiento constante de que todo un día se derrumba y está vez, Lix tenía fe de que no fuera de aquella manera, pues Hyunjin se sentía como un hogar cálido en navidad, Hyunjin se sentía como el mismísimo fuego, como si fuera un volcán y tú quisieras consumierte siempre por él, cálido como un abrazo que da directo al corazón, cálido como los besos dados en la madrugada, justo como el que Hyunjin estaba por darle.

El mayor se acercó a él soltando su cuerpo con pereza, se levantó en sus propios brazos y termino sentado en la cama. Portaba una playera gris y un pantalón a cuadros como pijama, se recargó en la cabecera de la cama y le estiro los brazos a Félix.

Este de inmediato entendió, se levantó y se fue a acurrucar a lado del pelinegro quien le dió un beso en la frente y luego otro en la cien, uno más en párpado izquierda y luego en el puente de la nariz, recorrió mas hasta la punta de la nariz y luego beso la mejilla que más cerca le quedaba.

Un tango en París (Hyunlix)Where stories live. Discover now