capítulo 18

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El vino había llegado hace un momento, era rosado y de unsa marca poco concida, pues, según Google y el club de fans de Felix llamado "Felix 4ever n ever", o bueno, una de las muchas paginas que tenían los seguidores de Felix, ese era su vino favorito. Sí, Hyunjin se tomó el tiempo de buscar en google cual era el vino favorito de Lee Felix y aunque no lo crean, le apareció el resultado en una pagina de fans en facebook, él le dió click al link de facebook y pudo ver hasta la marca de dicho vino rosado, no importó el precio, él marco a recepción para preguntar si lo tenían, cuando una respuesta positiva llegó, lo pidió en seguida.

Lo gracioso del asunto, no era que las paginas de faceboo nos daban todas las respuestas, tal como un oraculo, lo gracioso es que el vino llego antes que Felix, pues habían pasado 23 minutos desde que se dejaron en el pasillo, sí, los había contado por pura casualidad, sí claro, casualidad... el chiste es que el rubio no volvía, no tocaba su puerta, nada de una aparicion, Hyunjin se sentía como un necesitado y quería golpearse por ello. Habían dos opciones viables para el pelinegro: una es que Felix se había olvidado de su pijamada y otras es que se quedo dormido. 

Miró por última vez por el ojal de la puerta, pero no había nadie ahí, resopló y recargó la cabeza en la puerta, Genial, seguro y felix ya no vendría y él era un idiota por creerlea? ¿qué esperaba? ¿un cuento de hadas donde el amor florece magicamente?, ¡puf! pensaba puras patrañas. Se maldijo, no, él no estaba enamodado, ni nada de eso, es solo que le gustaba el sabor de los labios de Felix, sabían diferentes a lo que ya tenía acostumbrado, es como si probara un sabor refrescante de helado en un caluroso verano, así mismo sentía a Felix, refrescante. Miró una vez más, no perdió la esperanza, pues ya no la tenía a fin de cuentas, media hora de retraso, joder, se sentía como un idota, al final se alejo de la puerta para recostarse  en la cama y cerro los ojos un momento con los brazos detras de la cabeza.

Suspiró, Sabía que estaba mal comparar personas, pero no podía evitarlo. Con Jeongin todo, desde un principio fue demasiado llevadero, tenían cosas en común, eran famosos, su relación era tranquilo, los besos eran buenos, las tardes eran calidas y todo era estabilidad... demasiada estabilidad para el bien de ambos. Sus trabajos los consumían, todo eran tan monotonos, eran tan iguales que en ciertas partes, las conversaciones cesaban. Sin emabrgo, con el rubio era tan distinto, de ese distinto que no incomodaba; aunque era irritante, Felix le era irritante,  necio, berrinchudo y caprichoso, pero  tambien, era gracioso, aprendía rapido y sabía mucho sobre temas contemporaneos, Felix era lindo, hablaba todo el tiempo y no se cansaba nunca, sus besos, eran alocados, distintos, tranquilos, pero potentes, explosivos.

Aunque su calma en sus pensamientos no duro mucho, pues como dos minutos despues de que se recostara en la cama, su puerta fue tocada por dos leves golpes,  que apenas si sonaron, se levanto rápido como unn rayo y fue a abrir la puerta lo más rápido que pudo.

--hola-- saludo timido el rubio y Hyunjin pudo soltar una respiración que tenía contenida.

--hola-- Hyunjiin se hizo de lado para dejarlo pasar, Felix  paso, con la pijama ya puesta--¿listo?-- Hyunjin cerró la puerta.

--así he nacido-- dijo algo creido, como era él, nada modesto, enantador, no había nada más como describirlo.

--presumido-- Felix sonrió, y se adentro a la habitación, era grande, igual que la suya, de hecho, eran muy parecidas.

--se sabe.-- la vista del rubio se enfoco en la botella que estaba en la mesilla a lado de la cama-- oh, amo este vino.

--¿de verda?-- Hyunjin se hizo el sorpendido, como si no lo hubiera buscado en google.

--sí, es de mi favorito.-- Felix tenía una sonrisa enorme en la cara, el pelinegro agradeció a aquel fan que dio la información.

--bien, entonces me veo en la obligación de convidarte-- dijo, como si fuera un sacrificio, era mentira, a fin de cuentas solo lo compró para él, se sentía como un tonto, como no se había sentido desde la adolescencia. 

Un tango en París (Hyunlix)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant