capítulo 11

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A quien mentirían, a ambos les encantó la sensación de algo tan sencillo como un beso en los labios, una caricia plena, el roce de bocas, belfos sobre belfos. Era una sensación que se sintió electrizante, fenomenal, una sensación que los tumbo al suelo, una sensación que debería ser prohibida, no, claramente Félix no podía sentirse de esa forma solo por algo tan simple como un beso, ya se había besado con gente muchas veces, en grabaciones, es citas, con sus antiguas relaciones, ellos ya habían probado diferentes bocas, pero... ¿Por qué está vez se sintió distinto? Tal vez y era una simple fantasía de sus cabezas, seguro era eso, porque no había justificación para sentirse de esa forma, no había algo que justificara los corazones alterados, las pupilas dilatadas y el constante recuerdo de aquella acción que fue solamente trabajo, ¿por qué alterarsé solo por trabajo?, era hasta ridículo pensarlo.

Y era horrible que ambos se sintieran de esa forma, ¿Cómo era eso posible? Se odiaban, ¿No?, Entonces ¿por qué Félix no paraba de pensar en la rojiza boca de Hyunjin sobre la suya?, Porque el momento falso se centraba una y otra vez en su cabeza, ¿Se estaba volviendo loco?, Esperaba que no, debía culpar al estrés de toda esa situación para que tuviera cordura, porquye era casi imposible que él se sintiera aunque sea un poco atraido por Hyunjin, no había en ninguno de las 13 millones de posibilidades del doctor Stange que él se sintiera atraido por ese odioso chico.

Félix, estaba tumbado en la cama, escuchando el Playlist que tanto le gustaba escuchar en este momento, con canciones variadas, en este momento escuchaba Darkness at the heart of my love  de Ghost, y bueno, no tenía nada que ver con su confusión mental sobre unos labios gruesos, pero por lo menos le daba fondo y dramatización a su situación, y así deseo estar todo lo que le restaba del día, para que planear algo distinto, solo se pondría la pijama y escucharía música toda la tarde, mientras se convencia en no caer en la locura. 

estaba tan enfocado en sus pensamientos y la música, que cuando talk that talk sonó, lo espantó, pues ese era su tonó de llamada, bufando fuertemente, no vió quien llamaba, hasta que contestó.

— hola mocoso desobligado que no me ha llamado en toda una semana— fue la voz de Changbin quien lo recibió, maldito Changbin, ¿que no podía ver que estaba en estado de crisis? y justo debía llamarlo en pleno momento, no era justo, le quitaba drama a su vida.

— veo el techo y pienso en aventarme del balcón, ¿y tú?— Changbin soltó un bufido.

— Quien fuera tú, hombre. Yo estoy arreglando unos papeles tuyos del banco, joder chico, ¿te he dicho que ya tienes ganada la jubilación?, porque te alcanza para vivir moderadamente toda la vida.

—¿que tan moderada?— preguntó con el aparato pegado a la oreja.

— ah, pues comida, vivienda asegurada y cuotas del estado, gastos propios y comunes.— contabilizo con sus dedos las acciones, claro que eso no incluia la vida de Changbin.

—¿podré ir a conciertos de Twice en VIP, compar los albúmes que saquen mis favs. y las photocards de Jimin?— Changbin negó, aunque claramente eso no lo pudo ver el rubio

—ehh, no creó, bueno, si puedes, pero le restariamos como... ¿dos años a tu vida moderada?, si eso, o más, digamos que esos no son gastos indispensables y necesarios.

— ¿¡CÓMO QUE NO SON GASTOS NECESARIOS!?, por supuesto que es necesario ir a ver a las Twices en VIP, y ni hablar de la photocards de Jimin, por Dios, me falta una de la era butter, que una niña no me quiso vender y mi prima la tiene, ¿sabes lo humillado que me siento por no encontrarla?,— hablói tan rapido que tuvo que tomar un descanso para volver a hablar— entonces no sería buena vida, mejor sigo trabajando, necesito también mi poster en tamaño gigante de Chan, sí, necesito mi poster de Chan— se levantó de la cama y decidio aun en bata, salir al balcón de su habitación, paris lucia tan bien a las cinco y medía de la tarde.

Un tango en París (Hyunlix)Onde histórias criam vida. Descubra agora