Capítulo 13

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Cuando terminaron sus respectivas bebidas, ambos se dirigieron al puesto donde se podía jugar al katanuki. Donde había que tallar con una aguja o palillo la forma a un molde coloreado de caramelo rosado. Era un juego que requería muchísima paciencia, Josuke si la tenía lo que no tenía era buena suerte, ya que había roto más moldes que Yasuho.

-Josuke.- Llama ella en tono bajo colocando su mano izquierda sobre la mano del chico que parecía triste.-No te preocupes, yo también he roto muchos, la finalidad real de este juego es que uno se divierta. Al fin y al cabo es un juego como cualquier otro.-

Aquellas dulces palabras y la sonrisa de Yasuho hicieron que Josuke se animase. Yasuho tenía razón, no pasa nada si se rompía la figura.

-Lo intentaré otra vez.- Asegura el chico, esta vez mostrando seguridad en sí mismo, Yasuho simplemente mantuvo su sonrisa un tiempo más. Confiaba en él.

Yasuho había conseguido tallar de manera perfecta la forma de paraguas que le había tocado en ese momento, la chica decidió sacar su teléfono móvil con la intención de hacerse una foto de recuerdo.

-Y... Yasuho, mira.- Dijo Josuke en tono alto, no podía creer lo que había conseguido. Yasuho levantó la cabeza de su teléfono móvil y al ver que su amigo sujetaba una forma de estrella perfecta no pudo evitar sonreír ampliamente.

-¡Lo conseguiste!- Exclama la chica feliz a lo que Josuke asiente sonriendo feliz. Por fin había logrado tallar una figura sin romperla.

-Ven Josuke, vamos a hacernos una foto con nuestras figuras a modo de recuerdo.- Explica Yasuho siendo ella la que se movió un poco para hacerse un selfie con Josuke.

-¿Quedó bien la foto? - Pregunta el Higashikata curioso intentando mirar la foto.

-Salió perfecta la foto.- Asegura ella mostrando al chico la foto, la cual le mandó a su teléfono móvil para que Josuke también la tuviera.

Yasuho y Josuke no solo jugaron al katanuki también jugaron a pescar peces de plástico en una piscina hinchable llena de agua.

A pesar de que el camino era recto, habían caminado bastante y el zapato de Yasuho comenzó a molestarle un poco.

-Josuke... ¿Podemos sentarnos un poco? Me duelen los pies.- Comenta Yasuho en tono bajo y con algo de vergüenza.

-Por supuesto, hay una banca cerca, sentémonos allí.-

Yasuho aprovechó para quitarse los zapatos y descansar sus pies. -¿Te estás divirtiendo? - Pregunta la chica rompiendo el silencio.

-Sí, está siendo una noche muy divertida. Muchas gracias por traerme al matsuri de verano.-

-No es nada, soy yo la que debe de agradecerte a ti por querer venir conmigo.-

Tras dichas palabras se formó un silencio que duró unos segundos y es que la chica había recordado algo. -Por cierto Josuke, a media noche, lanzarán fuegos artificiales, ¿quieres que vayamos a verlos?- Propone como último plan de la noche antes de regresar a casa.

-¿Fuegos artificiales?- Yasuho asintió sonriendo.-Suena genial, vayamos a verlos.- Aceptó Josuke de inmediato. -Aunque si me disculpas, debo de ir al baño. Si quieres cuando regrese seguimos paseando o buscamos un buen sitio para ver los fuegos artificiales.-

-De acuerdo, tú ve tranquilo, eso lo hablamos cuando regreses. Yo te espero aquí.- Añade Yasuho animada viendo como se marchaba Josuke al baño público. La sonrisa que tenía en su rostro fue borrada de inmediato, justo cuando Josuke desapareció de su vista.

La chica de cabello rosado, mientras esperaba al Higashikata, estaba luchando consigo misma mentalmente. Quería por fin tener el valor de confesarle a Josuke que desde que se conocieron hasta el día de hoy está enamorada de él. Confesión que nunca se atrevió a decir por miedo a perderle, pero esta vez quería que fuese distinto.

Los pies de Yasuho ya no dolían, por eso la chica volvió a ponerse sus sandalias y se levantó para sacudirse un poco su kimono. Por otra parte, Josuke había salido ya del baño y se acercó hacia la chica con una sonrisa. -Ya he vuelto, espero que no te haya hecho esperar demasiado.- Yasuho negó dos veces con la cabeza.

La sonrisa de Josuke desapareció en cuestión de segundos y es que el rostro serio de la chica había alertado al Higashikata. -¿Ocurrió algo en mi ausencia?- Pregunta enarcando una ceja.

-No, todo está bien, solo quería decirte algo muy importante y quiero que me escuches sin interrumpirme.- Habla la chica con calma, pero con tono serio.

-Está bien, ¿qué quieres decirme? -


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