Capítulo 8

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Inconsciente del viaje de Hato y Tsurugi a Tokyo, Yasuho se despertó como cualquier otro día laboral. Solo que esta vez se había levantado deprisa e hizo todo rápido, llevándose algún que otro golpe en su cuerpo, debido a que su despertador no había sonado y llegaba algo tarde.

-¡Yasuho! Qué bueno verte.-Saluda Hikaru una compañera y amiga del trabajo.

-Lo siento, lo siento, lo siento.- Se disculpaba la de cabello rosa una y otra vez, incluso inclinaba aún más su cuerpo hacia delante.

La castaña rio nerviosa, era cierto que Yasuho llegaba tarde, pero solo fueron unos minutos. -N... No te preocupes Yasuho, solo has llegado dos minutos tarde de la hora a la que sueles llegar.- Responde la chica sacudiendo sus manos.

-¿De verdad que no están enfadados conmigo? - Cuestiona Yasuho aún preocupada. Hikaru asintió con la cabeza.

-Vamos, Yasuho, no te preocupes. Mejor preocúpate en los pedidos, ya que si no me ayudas a prepararlos me enfadaré contigo.- Aquello último lo decía en broma, no se iba a enojar con Yasuho, simplemente lo dijo a modo de animarla.

-Está bien, dame unos segundos para cambiarme y enseguida te ayudo.- Comentaba la de ojos esmeralda, algo más calmada y con una sonrisa.

En el otro lado de Tokyo, en un hotel para ser exactos, se encontraban Tsurugi y Hato desempacando la maleta y es que tía y sobrino habían llegado recientemente al hotel.

-¿Cuál es el plan?- Pregunta Tsurugi rompiendo el silencio.

-Déjame ver.- Habla la rubia sacando su teléfono móvil y mirar su agenda.-El viernes tengo la sesión fotográfica para un anuncio, así que ese día no podremos acercarnos al café.-

-O sea... no tienes ningún plan, ¿verdad?- Tales palabras hicieron sonrojar de vergüenza a la mayor.

-La verdad es que no tenía uno, pero podríamos vigilar el café desde lejos. -

-¿Y si mejor vamos al lugar como otros clientes cualquiera? Es la única manera más rápida y eficaz de saber si la chica que viste es o no Yasuho.-

Un silencio se hizo presente durante el tiempo en el que Hato pensó detenidamente en las palabras de su sobrino. -¿Sabes qué? Tienes razón, es la mejor idea, así que llevaremos esa a cabo.-

-¡Genial!, ¿y cuándo iremos?-

-Si quieres podemos ir mañana, así podemos dejar zanjado el tema pronto.-

-Me parece bien.-

Tía y sobrino, a la mañana siguiente, decidieron ir a la cafetería. Optaron por ir por la mañana temprano para evitar una gran multitud de clientes y evitar a su vez que se queden sin asiento. Una vez llegaron al lugar, ambos Higashikata estuvieron de acuerdo en sentarse en una de las mesas de la terraza, justo al lado del gran ventanal. Aquel sitio lo escogieron con consciencia, para ver mejor a la famosa «chica que se parece a Yasuho».

-Tsurugi.- Habla Hato en susurro. -Mira, es la chica que está limpiando las mesas de adentro. Mírala así disimuladamente y dime si se parece o no a Yasuho.-

Tsurugi asiente con la cabeza, la cual giró hacia donde le habían indicado y mirar a la trabajadora. Hato tenía razón, tenía el cabello corto y rosado, pero no le veía muy bien el rostro o al menos no lo pudo ver hasta que la camarera movió su cabeza.

DestinoWhere stories live. Discover now