capítulo 4 - los nefalems

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nefalem: descendiente de un ángel y demonio, dos especies en guerra. los únicos en sobrevivir. junto los dragones, son extremadamente raros de encontrar. se rumoreaba que no existían.


«Hace miles de años, en el mundo de Zai, no existían los magos. Los demonios y ángeles eran los principales habitantes de Zai, aparte de otros seres como cambiaformas y dragones. Estos seres convivían en paz y armonía durante milenias, sin apenas problemas, por lo cual Zai era un lugar tranquilo y feliz.

En el mundo humano, los ángeles y los demonios eran seres relacionados con la religión, creían en un infierno y un cielo. Pero en Zai era todo distinto. Decían que los ángeles nacieron a partir de los rayos de sol que caían sobre la tierra, y la leyenda cuenta que los demonios nacían a partir de las lágrimas de la Luna. Estos dos eran razas peligrosas, con grandes poderes comparados con nosotros - los humanos. Sin embargo, su físico era parecido a aquellos de los humanos. La manera más fácil de diferenciarlos a simple vista era por su tatuaje. Los ángeles tenían un tatuaje rojo en el pecho con forma de círculo, y los demonios tenían un triángulo.

«A pesar de no ser los mejores aliados y de tener muchas diferencias culturales, no había problemas muy grandes entre ellos, por lo cual hubo un reinado de paz durante milenia. Sin embargo, la paz se acabó cuando de repente estalló la guerra entre los dos seres. No se supo con certeza por qué empezó esta guerra, sin embargo era algo que se veía venir. La tensión entre las dos razas crecía cada año, era como una bomba, explotaría en cualquier momento. Pero, lo que más preocupante sobre la situación era las consecuencias que traía empezar una guerra entre dos seres igual de poderosos. La única debilidad de los ángeles y demonios era la discriminación entre ellos, los que los condujo a su inevitable fin.

«Era imposible que un solo bando ganase, ya que los ángeles y demonios eran dos seres totalmente distintos pero equilibrados en poder y energía. Cada vez que se enfrentaban en el campo de batalla, la misma cantidad de soldados en cada bando acababan falleciendo. Zai tenía un poder excepcional para controlar el balance de la población. Ningún bando podía ser el vencedor si los dos acababan siendo derrotados.

«Toda la población estaba de acuerdo con que la guerra no tenía mucho sentido. Todas las batallas acababan en las trágicas e innecesarias muertes de miles de demonios y ángeles. Aún así, los jefes militares renunciaban rendirse, seguían atacando sin piedad los pueblos de cada bando, y poco a poco iban desapareciendo las dos especies.

«No eran capaces de aceptar que la única posibilidad que tenían para seguir con vida era firmar un tratado de paz y acabar de una vez por todas una guerra innecesaria. Sin embargo, los jefes eran demasiados obstinados y condujo a esta población a su fin.

«La cosa curiosa con los demonios y ángeles era que, cuando fallecían, su energía y poder no desaparecían junto a sus cuerpos. Su energía se acumulaba dentro de objetos de la naturaleza, como, por ejemplo, un árbol o una flor. Y lo que nadie sabía durante la guerra era que existía una gema, un rubí tan rojo como la sangre, que se encontraba enterrado bajo el campo de batalla. Resultaba que, cada vez que un demonio o ángel eran asesinados, este rubí se alimentaba de los espíritus de los muertos, guardando en él la energía de miles de almas poderosas. El espíritu de un demonio/ángel era poderoso, pero miles de ellos en un solo rubí era una bomba esperando a explotar.

«Dicen que casi al final de la guerra, un ángel perdido encontró este rubí en el desierto de Zai, y, sin saber el poder que contenía, lo cogió y lo transformó en un anillo para honrar a su esposa fallecida en la batalla. Al portar este anillo en su dedo, su mente y cuerpo eran incapaces de soportar tanto poder y energía. Se volvió demente, se transformó en una bestia horrible sin sentimientos, que buscaba vengarse de los demonios por asesinar a sus hermanos y a su especie. Pero, supo que un ángel no podía matar a un demonio sin él mismo morir, incluso en ese estado, y por ello formó un plan. Este ángel se le conoce como el único portador del anillo nefalem.

Las Crónicas Nefalem: Malicia (LIBRO #1)Where stories live. Discover now