—él me mira fijamente—Eres una mala mentirosa, Rose. Igual, no te culpo. Desde que supe que Luna venía aquí, no he dejado de pensar en ella. En todo lo que le tengo que contar, saber cómo le ha ido en su vida.

—¿Acaso estoy conociendo a un Noah en su lover era?—pregunté divertida por la situación.

—me tira un bollo de papel en la cara, a lo cual suelto una carcajada—. No se te puede decir nada, porque ya andas relacionando todo con Taylor Swift.

—Eso te pasa por hacerte amigo de una Swiftie. Y te encanta pasar tiempo conmigo, no hace falta que lo admitas—dije haciendo que el suelte una carcajada mientras negaba con la cabeza en ambos lados.

—El único que está en su lover era, es Angus desde el primer momento que se cruzó contigo. Es muy atento a las pequeñas cosas que te pueden hacer feliz. Un ejemplo es darte una trilogía de un libro que leíste en una cafetería, en una fecha importante para todos los lectores.

—Me gusta cómo Angus vio esas pequeñas cosas que me hacen feliz, y no solo los libros, sino muchas cosas más que me han hecho feliz junto a él.

—Me alegra que te haya salido bien con la primera persona. Eso sí es tener suerte.

—Estoy muy sorprendida de que eso pasara—río un poco—. Yo no tengo mucha suerte en la vida y que en el amor me haya salido bien al conocer a Angus, ni yo me lo creó.

—Un poco de suerte tuviste al venir aquí y por ser despistada, porque por eso pudiste conocerlo, ¿no?

Se me viene el recuerdo de mi primer día aquí y tiene razón. Gracias a lo despistada que soy no vi cómo estaría el clima y no sabía cómo volverme al edificio en donde me quedaría, fui por el camino contrario buscando un lugar abierto para pedir ayuda, justo ha comenzado la lluvia y no estaba muy abrigada que digamos. El único lugar abierto a esas horas fue el bar en el cual conocí a Angus. Me sentí muy tímida en esos momentos, él me vio entrar y me ayudó a mantenerme caliente, al verme toda empapada por la lluvia, terminó dándome un té y me acompañó hacia el edificio en donde me quedaría durante los próximos seis meses, para luego darme cuenta que era mi vecino.

Como me voy a olvidar mi primer día en Irlanda, si fue un día que comenzó no tan bien de lo que quería que fuera, y, terminó conociendo a la persona a la cual amo con toda mi alma. ¿Cómo me voy a olvidar?

—La verdad es que sí. No se como, pero el universo me vio tan triste que me ha regalado un poco de suerte en el momento en el cual necesitaba.

Luego de tener una entretenida conversación, nos despedimos y cada uno se fue por su lado para volver a su hogar. En mi caso, iría directamente al parque, ya que Angus me había dejado un mensaje, unos minutos antes de despedirme de Noah, diciendo que me esperaba en el parque. No tengo ni idea de que es lo que trama, pero mis ganas de verlo son inmensas.

Al llegar al parque, que de hecho he tardado un poquito, algo que no estaba planeado, ya que hoy había un festival de no sé qué y había mucha gente en la calle. Estuve buscando a Angus, mirando a mi alrededor, hasta que lo ubico recostado en uno de los árboles que estaba un poco alejado de la gente que pasaba por aquí.

Me acerco hacia donde él se encuentra, veo cómo él se quiere levantar para recibirme, pero yo le hago una seña de que se quede ahí cómo está. Al estar junto con el, me siento a su lado.

—Hola—dije plantandole un beso en su mejilla.

—Hola—dijo él mirándome con una pequeña sonrisa por el pequeño saludo.

—¿Desde hace cuanto estás aquí?¿ He tardado mucho?—preguntó apoyando mi cabeza en su hombro.

—Desde que salí de la universidad, pero no importa la tardanza, Rose. Necesitaba despejarme un poco y vine aquí, he faltado al trabajo de hoy, no quería estar sirviendo cerveza toda la tarde hasta que se hiciera de noche en un festival que no me gusta para nada. Sé que tendré problemas después de esta decisión, pero sinceramente, me importa una mierda.

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⏰ Last updated: Aug 25, 2023 ⏰

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El chico irlandésWhere stories live. Discover now