16

505 62 15
                                    

Por mucho que esperaba que el mundo se mueva debajo de sus pies y el cosmos se altere, todo lo que sucede es que Agustin se pone rígido. "¿Qué?" espeta.

"Lo siento, no quería que esto pasara," dice Marcos apuradamente, frotando sus sienes. "Entiendo – entiendo si necesitas espacio o algo así, pero no...no puedo seguir haciendo esto. No puedo escucharte decir que me amas cuando no es verdad."

Mira hacia Agustin que lo está viendo como si estuviera loco, otro golpe para su pecho.

"Lo siento," repite con impotencia.

Cuando Agustin finalmente habla, lo toma desprevenido. "Eres un maldito idiota," dice.

Marcos parpadea. "Um."

Y luego Agustin agarra sus caderas y lo tira hacia abajo encima de él, sus labios se abren en una sonrisa suave. Una suave sonrisa de sol. "También estoy enamorado de ti, idiota."

Por un segundo, el mundo entero deja de moverse. Todos los sonidos desaparecen y las extremidades de Marcos se bloquean, sus oídos zumban mientras las palabras se repiten una y otra vez en su cabeza.

"¿Qué?," dice incrédulamente, su visión se pone borrosa y su cerebro se ralentiza. "¿Qué dijiste?"

"Te amo," dice Agustin, sonriéndole mas brillante que el sol. La sonrisa de sol más grande que Marcos ha visto. "Estoy enamorado de ti."

Las palabras se filtran en él, pero Marcos tiene problemas para procesarlo – para entenderlo. "¿Hablas – hablas en serio, honey? ¿No – no lo estás diciendo por el vídeo –"

"Que idiota," Agustin bufa, y luego se levanta, echando los brazos alrededor del cuello de Marcos y lo tira para besarlo.

Marcos le devuelve el beso, sintiendo su corazón estallar dentro de él. El ardor se desvanece, aliviado por el suave y constante consuelo de la miel.

"Estoy enamorado de ti," Agustin murmura contra sus labios. Y esta vez – esta vez Marcos escucha la insistencia en su voz – la verdad.

Y lo cree.

"Honey," dice con sin poder evitarlo, sus manos se extienden para acunar la cara de Agustin mientras se alinea de nuevo en su entrada, su pija de algún modo aún dura a pesar de su conflicto. "Te amo mucho."

"Hazme el amor," dice Agustin de nuevo, y Marcos lo hace.

Sostiene a Agustin cerca y encuentra un ritmo estable, con el placer regresando junto con felicidad pura mientras embiste, encontrando la zona que hace a Agustin ponerse rígido y luego relajado, gimiendo entrecortadamente en su boca.

Cuando Agustin se corre, deja salir un sollozo ahogado, todo su cuerpo se paraliza antes de relajarse, suave y satisfecho. Se mantiene agarrado fuertemente de Marcos mientras este busca su propio orgasmo, el destello de calor en su estómago crece hasta que se corre, hundiendo sus hombros.

Agustín enreda los dedos en su cabello, sus labios están suaves y cálidos mientras ambos se recuperan. Marcos se sale de él y jala a Agustin en un abrazo, sosteniéndolo fuerte. Sosteniéndolo como ha querido todo este tiempo. Sosteniéndolo como si fuera suyo. Y lo es.

Eventualmente, tiene la fuerza de levantarse por un trapo y detener el vídeo, siendo incapaz de borrar la sonrisa de su rostro cuando regresa a la cama donde Agustin está acostado, desnudo, precioso y sonriendo dulcemente hacia él.

Se besan suave y perezosamente, sus dientes chocando cuando ambos sonríen tan ampliamente que se vuelve imposible. El corazón de Marcos se siente tan lleno, tan cálido ahora que sabe que su sol lo ama también. "¿Desde hace cuánto?" no puede evitar preguntar en algún momento entre el beso cien y el doscientos.

MIEL ; MARGUS Where stories live. Discover now