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Cambie la forma de los diálogos ( — por "") porque me daba fiaca cambiar los signos ❤️


"¿Qué estamos haciendo aquí?" pregunta Agustin frunciendo las cejas cuando los vestidores quedan a la vista. Luce suave con su cabello aún húmedo después de bañarse y su cara recién afeitada.

Marcos saca las llaves a las que tiene acceso por ser el capitán del equipo. En su otra mano lleva una mochila con su cámara y su trípode, así como una pequeña luz de iluminación que le pidió prestada a Lucia, la directora de escena de la obra de teatro de otoño, cuando fue a recoger a Agustin de sus ensayos hace unos días. "Grabar un vídeo," dice con una sonrisa.

La comprensión se muestra en el rostro de  Agustin lentamente. "¿Sexo en los vestidores? ¿En serio?"

"Oh vamos, es un clásico," dice Marcos sonriendo. "Y tengo fácil acceso por lo que debería aprovecharlo."

"¿Qué quieres hacer?" pregunta Agustin.

"Estaba pensando que podríamos hacer un vídeo combinado," dice Marcos insertando la llave y desbloqueando la puerta. La mantiene abierta para que Agustin entre primero para después seguirlo y prender las luces. "Algo como, tú te inclinas contra esos casilleros y te como el culo un rato y después podemos coger en las duchas."

Agustín le envía una mirada. "Un día tenemos que hablar de tu hábito de decir todo de una manera tan casual, aún cuando es algo muy sucio," dice, poniendo los ojos en blanco. "Pero okay, suena bien para mí."

Incluso en el nuevo ambiente, la manera en la que trabajan juntos y preparan todo se ha vuelto casi perfecta. Marcos  tiene que ser creativo en el cómo posicionar la cámara, apoyando el trípode en la banca (junto con una botella de lubricante para después) así que cuando Agustin se inclina contra el casillero y Marcos se sienta en la banca detrás de él, atrapa una buena imagen de su culo y sus muslos, haciéndola aún mejor por la iluminación que pusieron a un lado. Tiene una buena vista de las manos de Marcos y de un poco de su mandíbula cuando separa las mejillas de Agustin y lame una línea húmeda desde su perineo.

Con su cabeza golpeando el metal, Agustin tiembla. Marcos ajusta el agarre en su culo antes de hundirse de nuevo para arrastrar su lengua de arriba abajo.

Marcos siempre ha disfrutado hacer esto para sus parejas, disfruta sentir a alguien temblar, retorcerse y desmoronarse completamente por nada más que su boca. Y Agustín una historia completamente diferente. La cosa es que es muy sensible y receptivo. Lo es con todo, pero especialmente con esto. Marcos puede sentir sus muslos temblar bajo sus dedos...la manera en que se sacude cuando Marcos hace círculos en su entrada con la punta de su lengua, con un gemido agudo escapándose de sus labios.

Más sonidos se escuchan de inmediato, un coro sin aliento de "Ah, ah, ah," llenando la habitación y haciendo eco en las paredes y en el cerebro de Marcos, impregnándose en su memoria. Ni si quiera se ha metido dentro de él y ya está siendo un desastre.

Unos minutos después cuando Marcos aún no ha dejado de tentarlo, empuja hacia atrás su culo tratando de meterse su lengua. Marcos se aparta con un ligero dolor en la mandíbula por lo abierta que ha estado su boca.

"No seas codicioso, honey bebé," regaña con voz baja y ronca. Después levanta una mano y aterriza una cachetada en su culo, observando la manera en que rebota al contacto. Agustín gime con sus caderas yéndose hacia adelante al casillero.

Marcos presiona la palma de su mano en la mejilla enrojecida, sobándola con dulzura. Recientemente han hablado sobre azotes, pero esta es la primera vez que lo ha hecho, así que quiere ser cuidadoso. Cuando Agustin empuja de nuevo sus caderas hacia atrás con necesidad, lo toma como permiso para continuar.

MIEL ; MARGUS Where stories live. Discover now