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Después de que Marcos cambiara abruptamente el tema, él y Marquitos hablaron un poco sobre las clases y sus planes de salir este fin de semana, se despidieron incómodamente y Marcos se armó de valor para salir de su habitación.

No dio más de cinco pasos cuando Agustin se abalanzó a su costado. "No tenemos té," se queja.

"Lo sé. Lo escuché," dice Marcos, sonriendo. "Lo añadí a la lista para que no lo olvides." Tienen una nota compartida en su teléfono para la lista de compras así que ambos tienen acceso.

"Lo sé. Lo vi," se burla Agustin. Deja caer su peso sobre un lado de Marcos. "¿Película?"

"Uh," dice Marcos con la garganta seca. "Yo, um, de hecho, tengo una tarea que olvidé hacer. Se entrega a media noche así que necesito hacerla." No es realmente una mentira porque el sí tiene una tarea – excepto, que es una relativamente simple y que nunca elegiría en lugar de ver una película con Agustin. Pero hoy...hoy es muy difícil.

"Oh, ni modos," Agustin frunce el ceño. "¿Necesitas ayuda?"

"Nah, puedo hacerlo solo," dice Marcos, tratando de sonar casual y reprimiendo la parte de él que quiere retirar todo lo que dijo e ir a ver una película con su chico favorito. "Deberías invitar a venir a Camila o algo. Pueden ver una película si quieren."

Agustín hace un puchero, pero asiente. "Okay, cocinaré la cena hoy también, ¿está bien? Para recompensar el dinero extra que gastamos hoy," dice.

"No tienes que –"

"Quiero hacerlo," interrumpe Agustin antes de que pueda terminar. Aprieta el brazo de Marcos. "Gracias por seguirme la corriente con lo de hoy."

Marcos sonríe forzadamente. "Cuando quieras," murmura. Lo que quieras.

"Suerte con tu tarea," dice Agustin después de un momento con su voz suave y sus ojos brillantes. "Si terminas antes, sal y únetenos, ¿okay? Pintaré tus uñas del mismo color que las mías para que combinemos."

Sonriendo rígidamente, Marcos asiente. "Okay," dice.

Agustin le sonríe una vez más antes de irse a hablar a Camila. Marcos lo mira irse, con su corazón latiendo inestablemente en su pecho.

Agarra una bolsa de papas de la cocina y regresa a su cuarto. Quince minutos después cuando está en plena lectura sobre productos de madurez y declive temprano, escucha el distintivo sonido de Camila llegando y Agustin corriendo a saludarla, ignorando las ganas de salir y sentarse en su lugar a lado de Agustin como usualmente lo hace cuando tienen invitados.

No es como si no pudiera salir – podría levantarse ahora mismo y salir de su habitación. Podría, pero no lo hará. Necesita la distancia. La necesita.

Porque no sabe cómo manejar la forma en que las cosas han cambiado para él – la forma en que sus ojos se han abierto y su mente se ha distraído. No sabe como evitar escupir las palabras que suben por su garganta cada que ve a Agustin así que se mantendrá lejos.

Como esperaba, no le toma mucho tiempo terminar su tarea y una vez que la sube, abre Netflix, resignándose a pasar una noche sin hacer nada. Ve unos cuantos episodios de un programa random porque todos los que está viendo actualmente son programas que está viendo con Agustin y el chico lo golpearía si los ve sin él. No le pone mucha atención de todos modos, su mente está distraída.

Ha pasado una semana desde que grabaron un vídeo, su motivación y energía están disminuyendo ahora que los finales se están acercando cada vez más. Y aunque aún tienen algunos vídeos guardados para subir, habían planeado grabar uno más esta semana. Excepto que... Marcos no tiene idea de cómo se supone que lo hará.

MIEL ; MARGUS Where stories live. Discover now