Capítulo 35: No soy ese tipo de bestia

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Tang Wan estaba de buen humor cuando se desconectó. Luego, buscó a Luo Bing Jun en Internet y quedó estupefacto. Era realmente digno de ser llamado un rey del mundo del espectáculo.

Cada una de sus canciones tenía más de 10 mil millones de visitas. Además, ¡no solo podía cantar y bailar, sino también actuar!

Tang Wan exclamó con admiración: —¡Este es un talento versátil!

Aunque parecía muy poco confiable, en realidad era muy talentoso. Tang Wan asintió, sintiendo cada vez más que las postales firmadas del otro eran muy valiosas. Mucha gente debería quererlo. Lo usaría como premio para una lotería durante su transmisión en vivo; definitivamente sería muy animado.

Tang Wan seleccionó al azar una canción y la tocó en casa. Tan pronto como salió la hermosa música, el ambiente tenso en el hogar cambió. Había soldados patrullando en todo momento, por lo que la atmósfera aquí era diferente de la atmósfera en los hogares comunes.

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Después de descansar un poco, Tang Wan compró una bolsa de comida para peces y fue al estanque en el jardín para alimentar a los peces.

Los koi ya se habían adaptado a su entorno. No sabía si habían sido influenciados por el ambiente, pero habían crecido muy astutos y rápido, ya estaban muy regordetes.

Cuando Tang Wan los compró, los había comprado en todos los colores; había rojos, dorados, negros, plateados, negros y dorados, blancos y dorados, rojos y dorados, y los de tres colores.

Este estanque albergaba al grupo de peces gordos. Cuando les llegaba la hora de comer, se amontonaban unos sobre otros. Mientras Tang Wan tiraba comida para peces, tampoco estaba contento: —Si les pudieran crecer pelaje, yo podría hacer figuras de fieltro. ¿Realmente necesitan comer tanto?

Al final, se molestó con ellos por no tener pelaje.

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El clima era bueno hoy, por lo que Tang Wan liberó a los niños peludos para permitirles respirar aire fresco: la alpaca, el pony y el mini-burro ya se habían convertido en buenos amigos. Fueron a dar un paseo juntos.

Xi Shua Shua se agachó al lado de Tang Wan, jugando con agua.

Tang Wan sintió que este niño estaba muy solo. Tal vez debería comprar una compañera para el. Pensando en esto, Tang Wan abrió el sistema y compró una pequeña mapache hembra. Él pensó por un momento; no podía dejar que Cui Hua, un nombre tan bueno, quedara sin usar.

Justo en ese momento, Tang Wan completó los dos caracteres en la información de la cuenta: —Xi Shua Shua, en el futuro, ella será tu compañera. Cuídala bien, se llama Cui Hua.

La expresión de Cui Hua estaba llena de confusión.

Tang Wan tocó su cabeza, muy satisfecho. A la cachorra pareció gustarle mucho.

Luego, inmediatamente liberó a Xuan Feng. En cuanto salió este pájaro barato, gritó y voló tras la alpaca y los demás: —¡Te voy a hacer caca en la cabeza! ¡Caca! ¡Caca!

Tang Wan frunció los labios. No sabía si el pájaro sabía lo que estaba diciendo. Si lo entendiera, ese niño necesitaría absolutamente educación. ¡Era demasiado inteligente, pero no tenía buenas intenciones!

Como dicen, todo tiene una debilidad.

Tang Wan sintió que necesitaba comprar un loro grande para controlar a Xuan Feng y su boca sin sentido. Como resultado, Tang Wan compró un guacamayo jacinto. Se decía que era el loro más grande de su mundo original. Podía crecer hasta más de 100 centímetros de largo, pesar 1,7 kilogramos, tener una envergadura de 1,5 metros y vivir 60 años.

Mi compañero vegetativo abrió los ojos con ira después de que me escapé [BL]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu