Mi compañero vegetativo abrió los ojos con ira después de que me escapé [BL]

Capítulo 11 : ¿Quién usa su ropa correctamente cuando duerme?

Al ver que Da Zhuang no tenía objeciones, Tang Wan felizmente lo levantó y sonrió, caminando hacia el baño. A los gatos no les gustaba el agua; en el pasado, cuando lo bañaba, Da Zhuang era extremadamente reacio. Esta vez, cuando mencionó que se bañarían juntos, el cachorro no se opuso.

¿Temía que, si no obedecía, no le agradaría?

Tang Wan se echó a reír. Este fue el beneficio de comprar Jin Xiao Pang, que Da Zhuang tenía una sensación de crisis inminente.

Tang Wan sostuvo a Da Zhuang en una mano y comenzó a verter agua en la bañera con la otra. Él midió el peso en su mano y se rio.

—Da Zhuang, ¿creciste un poco? Te hundiste. —el gato en sus brazos permaneció inmóvil. Tang Wan se frotó contra su cabeza y le aseguró: —Te has vuelto más gordito.

Zong He: "......"

Tang Wan colocó a su bebé al lado de la bañera y le tocó las patas: —Regordetas. —tocó el vientre del gato: —Mucha carne. —tocó de nuevo el trasero del gato: —Realmente mucha carne.

"¿Gordito? ¡Y tres golpes consecutivos!", La cola de Zong He le cubrió el pecho. ¡Era fuerte, no gordo!

Sintiendo que las manos de Tang Wan volvieron a tocar su cintura, Zong He miró furioso a Tang Wan; ¿Aún no te detienes?

Tang Wan se divirtió y bromeó: —Eres un niño problemático y tu pelaje ni siquiera ha crecido por completo. Cuanto más eres así, más quiero pegarte.

Zong He le enseñó los dientes. En este momento, tenía una fuerte necesidad de convertirse en un tigre. Sin embargo, después de considerar las consecuencias de su transformación, Zong He se contuvo, solo usando su pata para golpear la mano extendida de Tang Wan.

¡Esta persona, cavando en busca de problemas! ¡Ni siquiera sabía lo que estaba haciendo!

Al ver que Da Zhuang estaba realmente enojado, Tang Wan ya no se atrevió a molestarlo. De lo contrario, el niño se escondería, luego no podría encontrarlo. Comenzó a quitarse la ropa y se preparó para bañarse.

Tang Wan era delgado, como un marco pequeño, pero sus articulaciones no sobresalían. En palabras de la gente moderna, era una belleza flaca.

Zong He miró por encima. Volteó la cara con rigidez, las orejas teñidas de rojo. De repente, comenzó a arrepentirse: ¿Por qué acepto bañarse juntos? ¡Buscando problemas de nuevo! ¡Era él quien no sabía lo que estaba haciendo!

No pudo evitar volver la cabeza. Zong He levantó las orejas con insatisfacción: ¡Estaba demasiado delgado, no comía suficiente carne! ¡No debería aprender de esas pequeñas estrellas en la industria del entretenimiento!

El mariscal creía que era mejor tener una esposa ser gordita. Cuando salieran juntos, la gente sabría que él adoraba a su esposa. Si él fuera tan delgado de un vistazo, entonces sería como esos ancianos gordos y sus compañeros que no comieron bien.

Después de que Tang Wan terminó de quitarse la ropa, tomó a Da Zhuang y entró en la bañera con él. Colocó al gato sobre su pecho, ahuecó un poco de agua con las manos y humedeció la espalda de Da Zhuang.

—Si tienes miedo al agua, solo recuéstate obedientemente y no hagas nada. —Zong He presionó dos patas sobre el pecho de Tang Wan. Sus almohadillas parecían haber sido escaldadas, y sintió que no sabía dónde colocarlas: — ¿Tienes tanto miedo al agua? —Tang Wan frotó el vientre de su amado bebé.

Se sentía incómodo bañarse así.

Dobló las piernas y dejó caer a Da Zhuang, boca arriba y cayendo con sus cuatro extremidades en el aire.