𝐹𝑎𝑙𝑙𝑖𝑛𝑔 𝐹𝑜𝑟 𝑌𝑜𝑢 || Meredith Grey × Reader [ᵍʳᵉʸ'ˢ ᵃⁿᵃᵗᵒᵐʸ]

XLIX

__________ Watson

Caminar por la noche, algo ebria, lloviendo no había sido una muy buena idea. No, no era una buena idea lo que iba a hacer.

¿Cómo le hice para llegar a dónde iba? Quien sabe, pero yo llegue. Más muerta que viva, pero llegué.

Me pare frente a la puerta y después toque el timbre. Si tenía suerte quizá alguien me abriría. Y ojalá si lo hicieran porque sino todo habría sido en vano.

—¿Se te quedó la mano pegada al timbre o por qué tocas así?—me hablaron enojados—¿__________, qué haces aquí? Estás toda empapada, ven, pasa.

Como pude entre a la casa y me quite el suéter que llevaba. No servía de mucho ya que aún toda mi ropa estaba empapada por la lluvia.

—Te traeré algo para que te seques y ropa.

Yo no me preocupaba por mi ropa ni por secarme; yo me preocupaba por como empezar la conversación que quería tener con ella. Me preocupaba que mi cerebro y mi boca dijeran lo mismo, porque pienso una cosa y digo otra.

—Toma. Puedes pasar al baño si quieres, para que te cambies. Y en lo que terminas te preparo algo caliente y te siente bien.

—Lo que me sentaría bien es estar contigo—conteste—. Meredith, yo no caminé bajo la lluvia como por dos horas y ebria para que me quieras preparar algo caliente y créeme que lo que menos me importa ahora es estar mojada por la lluvia.

—¿Entonces no quieres las cosas?—pregunto.

—Yo lo único que quiero es a ti. Vine hasta acá así porque es de única manera en la que me siento valiente para decirte todo lo que siento.
»Podre haberte dicho que te quiero a ti, pero no sabes el coraje que te tengo. Me da coraje que aunque ya sepa absolutamente todo lo que hizo Riggs tú aún sigas con él. ¿Por qué? ¡Aún sigues con los planes de esta estúpida boda que no debería ni de suceder!—camine y quede más cerca de ella—Me estoy muriendo del coraje y de la maldita envidia de que él aún pueda tenerte y yo no—tome su rostro entre mis manos—. Te necesito Meredith, te necesito más que al mismo aire.«

Y la bese.

Después de tanto tiempo volví a besarla. Volví a sentir sus labios que tanto me volvían loca. Volví a sentirme viva. Y al parecer ella sentía lo mismo.

Sentí como sus manos comenzaban a recorrer mi cuerpo. Me sentía en la gloria. Deje de besarla y la mire a los ojos para poder decirle lo que realmente queria decir desde que llegué:

—Necesito volver a ser tuya.

Y con eso fue suficiente para que volviéramos a besarnos. Comencé a acariciar su cuerpo y mientras lo hacía, por puro instinto, comenzamos a caminar hacia en sillón de su sala.

Cuando llegamos al sillón hice que Meredith se sentará para poder quitarme la blusa que traía puesta y ella hizo lo mismo. Se acostó en el sillón y yo me puse encima de ella.

Comencé a dar pequeños besos sobre su cuello y con mis manos tome sus piernas e hize se separaran para yo quedar entre ellas.

—Yo también necesito volver a ser tuya—dijo Meredith entre pequeños jadeos.

Me estaba volviendo loca con todo esto. Tan loca que hasta sentía que algo me susurraba en el oído.