𝐹𝑎𝑙𝑙𝑖𝑛𝑔 𝐹𝑜𝑟 𝑌𝑜𝑢 || Meredith Grey × Reader [ᵍʳᵉʸ'ˢ ᵃⁿᵃᵗᵒᵐʸ]

XXVI

__________ Watson

Soñada si salí de la cirugía que acababa de observar.

Fue increíble y maravilloso ver cómo ella literalmente puede volver a hacer los huesos como si fuera Dios.

Me iba diciendo cada paso del procedimiento y como lo hacía, y el poder observar de cerca era estupendo, ¡Espléndido!

Pero no todo conmigo en miel sobre hojuelas. La Doctora Hahn—que ahora sé que quién es—cada que me veía parecía que me quería matar con la mirada. Y el rato que durará dónde estuviera ella lo único que hacía era verme.

Con Mer, conteste su mensaje y le conté otra cosa, pero al recibir respuesta de lo que le conté era una respuesta muy seca, muy diferente a como me contesta siempre y eso, eso me asusta, y mas porque el último que le mandé lo dejo en visto.

—Muchas gracias por tu ayuda, pero ya hemos acabado aquí. Será mejor que vayas a buscar otra cosa que puedas hacer con tu residente. Ya estás fuera de mi servicio—me dijo la Doctora Torres en cuanto salió de lavarse.

—Sí, y de nuevo, gracias por darme la oportunidad de haber visto así su cirugía—ella solo sonrió ante lo dicho y se fue.

Antes de ir a buscar al Doctor Jhonson iría por algo de tomar, por agua o algo así. Había salido con muchísima sed y con algo de hambre.

También por mi mente pasaban demasiadas cosas por las cuales quisiera hablar Mer conmigo pero no encontraba razón para que comenzará una plática o "pelea" por eso. Yo no he hecho nada malo.
Al contrario yo todo lo que hago lo hago pensando en ella, porque-sonara cursi, si, pero da igual-es la luz de mi vida. Ella es mi motor para seguir adelante.

Se que mientras yo pensaba todo esto y en ella, en mi cara había una sonrisa de mujer enamorada. Solo espero que mi sonrisa no dé miedo, porque hay veces que si lo da.

Llegué a la cafetería y me forme en la fila para comprar de comer y algo para tomar.

—¿Si te enteraste?—llego diciendo a mi lado Héctor.

—Yo no sé cómo le haces para aparecer así de la nada—dije volteando a verlo—. Tu en otra vida fuiste reportero de chismes, tal parece que eso en nato para ti.

—Lo dice la que no le gusta el chisme. Son las cuatro así que es mi hora de comer, es por eso que estoy aquí. Compramos, nos sentamos y te cuento, pero con esto que te voy a contar hasta te vas a morir. Te vas a ir para atrás.

—¿Pues sobre que es?—pregunte. El maldito me metió la intriga, pero aún así no me dijo nada.

Después de pasar esos minutos en silencio, nos fuimos a sentar.

—¿Y bien?—dije para que comenzará a contarme todo.

—La policía estuvo aquí. Hoy llegó una chica a urgencias, me tocó revisarla pero ella no me decía nada así que tuve que ir por la Doctora Grey.
»Ella la reviso y pudo ver qué tenía una bola en un costado de su estómago, y a ella si le dijo que era lo que le sucedía. Me mandó a hacerle análisis clínicos y demás. Cuando los tuvimos lo que se veía en ellos no era lo que ella y yo esperábamos.«

—¿Y qué era?—pregunte mientras comía de mi sandwich.

—En ellos no se veía lo que esperábamos, así que tuvimos que mandarla a rayos equis para tener una mejor visión sobre eso.
»La Doctora Grey decía que esto no le olía nada bien, que la chica evitaba decirnos algo, y en cuanto tuvimos los resultados de los rayos equis supo que era.
»Resulta que la chica tenía dentro del estómago una bolsa de plástico con algo dentro, no podíamos ver bien que había dentro de ella pero dijo que era urgente sacarle lo que tenía ya que estaba provocando daños severos en ella.«

No termino de contarme ya que en eso sonó su beeper. Lo necesitaban con la paciente de la que me estaba contando. Así que dejo de comer y se fue.

Ahora tenía curiosidad e intriga de saber más sobre lo que me contó Héctor, pero tenía más hambre así que seguí comiendo.

Sonó mi celular, era otro mensaje de Mer.

«Olvida lo de esta noche, hablamos otro día.»

Mi corazón se hizo chiquito al leer ese mensaje. Se sentía raro y distante. ¿Qué había hecho mal para que ella hiciera eso?

Recargue toda mi espalda en la silla y pase mis manos sobre mi cara. Tenía ganas de llorar, sabía que iba a pasar algo malo, pero no quería que pasaran las escenas que pasaban por mi mente entre ella y yo.

—No, esto no me puede pasar ahora. No cuando por fin soy feliz—dije.

Volví a tomar mi celular y conteste su mensaje.

«No, esto lo hablaremos hoy. No mañana ni pasado, hoy. No importa la hora que sea, yo estaré en la puerta de tu casa esperándote para hablar.

Te amo, no lo olvides.»

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.