𝐹𝑎𝑙𝑙𝑖𝑛𝑔 𝐹𝑜𝑟 𝑌𝑜𝑢 || Meredith Grey × Reader [ᵍʳᵉʸ'ˢ ᵃⁿᵃᵗᵒᵐʸ]

XXXII

__________ Watson

Cuando entré al hospital a trabajar pensaba que todo sería diferente. Asistiría en cirugías y atendería a las personas. Pensaba que sería una doctora de utilidad.

¡ME MENTÍ A MÍ MISMA!

Hoy, en lugar de ir a las rondas como todos los demás me tocó cuidar al bebé del Doctor Johnson. Tal parece que él piensa que yo soy una gran persona cuidando bebés que por eso me lo encargo a mí.

—Tu papá es un gran tonto, igual que el mío—le dije al bebé mientras lo cargaba y caminaba con él por el hospital.

Absolutamente todos me miraban raro. Siempre lo hacen así que eso ya se volvió parte de mi rutina diaria, pero ahora me miraban raro gracias al bebé.

Mientras caminaba por un pasillo me tope con Meredith. Ella y yo no habíamos hablado desde hacía ya tres semanas; una semana más y llevaríamos un mes sin hablarnos.

Después de lo sucedido aquella noche en la casa, ella no me ha dirigido la palabra. No la culpo, se debe sentir demasiado extraña después de todo lo que hicimos y más si agregamos el hecho de que fue su primera vez con una mujer.

También fue la mía, pero creo que a mí no me pego tanto como a ella.

Si el destino la había mandado a mi camino en este pasillo, creo que ya era momento de hablar. Y le agradezco tanto al destino que solo estuviéramos ella y yo.

—Hola—salude llegando a su lado.

—Hola—me saludo con una sonrisa en su rostro, pero se notaba algo nerviosa.

—¿Estás ocupada?

—No, tengo libres dos horas. Hasta las cuatro tengo cirugía. ¿Qué pasó?

—Se supone que yo haría esa pregunta, ¿qué pasa contigo?

Ella me miró con cara de confusión.

—¿Conmigo?—pregunto.

—Sí. Desde hace semanas que me evitas. No te estoy reclamando nada, quiero aclarar eso desde ahora, solo quiero saber qué pasa.

Ví como ella iba a contestar, pero en ese momento se dió cuenta de algo: el bebé.

—Primero que nada, ¿qué haces con ese bebé? ¿A quién se lo robaste?

—¿Por qué todos piensan que lo robe? Mark y Lexie pensaron lo mismo. El bebé es del Doctor Johnson, él piensa que soy buena con los bebés y lo he tenido conmigo desde la mañana. Yo no estoy hecha para cuidar bebés.

—Si te hace sentir mejor, te ves hermosa con un bebé en brazos. Te verías hermosa siendo mamá.

No ví venir ese halago por parte de Mer y eso me hizo sonrojar.

—Y te ves aún más hermosa cuando te sonrojas, ¿lo sabías?—volvio a hablar Mer.

¡BASTA! ESTÁ APUNTO DE DARME UN INFARTO.

—¿Entonces no harás nada en todo el día?—pregunto Mer cambiando de tema.

—No, hoy todo el día estaré con él-conteste viendo al bebé.