Capítulo 13: Una nota de "S"

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No había cristales ni ventanas, solo un pequeño hueco por el que teníamos que pasar agachados

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No había cristales ni ventanas, solo un pequeño hueco por el que teníamos que pasar agachados. Una pequeña bombilla alumbraba a Slenderman, que decrecía a "tan solo" 2,20 metros para caber en esta cabaña. La cabaña central. Una cabaña vacía con el único uso de hacer reuniones.

Los oídos nos sangraban, la estática en esta parte del bosque era tan fuerte que solo su élite podíamos estar aquí. 

—Señor —dijimos los tres al unísono mientras agachábamos la cabeza y nos destapábamos los rostros.

«Masky. Hoodie. Toby. Ya ha empezado noviembre. En unas semanas se cumplirá un mes del inicio del plan de Zalgo. Contadme todas las novedades. Todo».

Cuando hablaba era lo único que escuchábamos. El resto de sonidos se apagaban, también la estática. Que Slenderman, nuestro señor, hablase a nuestra mente era un privilegio y la mejor sensación del mundo. 

Toby y Hoodie me miraron. 

—Señor... —comencé— no sé si está resultando como esperábamos. Ya han muerto cuatro, y aún así no parece que esté causando el revuelo que debería.

—¿Muerto? ¿No querrás decir que ya habéis matado a cuatro? —Sally apareció entre la oscuridad, por detrás de Slenderman. Tenía su peluche en su mano derecha.

—¿Sally? —dijo Toby extrañado.

«Yo la dejo escuchar».

Apreté mis puños. No entendía por qué motivo Slenderman siempre entrometía a Sally en todo. Ella no era una proxy, no era una aliada de Zalgo, pero sabía tantos secretos de Slenderman como yo. ¿Qué ha hecho para merecérselo? 

—El primero puso al límite a Eyeless Jack —soltó Hoodie sin apartar su vista de Slenderman—. Era obvio que el chaval moriría... 

—Los esbirros de Zalgo no saben controlarse —dije yo ahora. No me caían mal por individual, pero en su conjunto Zalgo y sus esbirros eran una plaga... 

—¿Ahora la culpa es de los esbirros? —Sally sonreía de lado—. Vaya, y yo que creía haber visto a Toby destrozándole la cabeza a Fu y a Masky sujetando el cuerpo muerto de Lexy... 

Apreté mi mandíbula. Esta maldita niña...

«Tranquilízate, Masky. Todo eso ya lo sabe Slenderman. Sally solo quiere sacarte de quicio, pero sabes que luego es buena con nosotros...» me dijo Tim.

«Esa información ya la tenía. Quiero algo más». Siguió diciendo Slenderman.

—Señor... —mantuve la calma— hay... hay algo que ocurrió cuando maté a Lexy —miré a Sally, no me hacía gracia que se enterase de esto—. Seré directo, creo que Zalgo se metió en mi cabeza e intervino. 

Nos quedamos todos en silencio. Sally me miró extrañada y giró la cabeza.

—¿Has oído eso Mr.D? —Dijo susurrándole a su oso. Ese saco de algodón siempre ha sido su amigo más cercano, aunque no lo llevaba encima en todo momento—. Masky tiene la mente frágil y Zalgo ha conseguido interferir en él... ¿Cómo sabemos que ahora mismo no está hablando Zalgo también? 

El otro lado (Novela Creepypasta)Where stories live. Discover now