Capítulo 7: Monitor

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«Misterioso siniestro mortal cerca de Port Alberni: se encuentran, calcinados, solo cuatro de los cinco pasajeros del vehículo»

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«Misterioso siniestro mortal cerca de Port Alberni: se encuentran, calcinados, solo cuatro de los cinco pasajeros del vehículo».

22 de febrero de 2002. He releído este artículo y otros tantas veces… No, no me daría por vencido tan fácilmente.

«Tras la autopsia se confirma lo peor: imposible de identificar los cuerpos calcinados del siniestro de Port Alberni»

25 de febrero de 2002. Tres días después del accidente… 

«Siniestro de Port Alberni: el hermano de Lyra Jean Rogers, una de las pasajeras, afirma creer que la pasajera desaparecida es su hermana, y que sigue viva».

1 de marzo de 2002. La policía ya había parado la búsqueda del cuerpo faltante, y me decidí a hablar con la prensa para meter presión social… Han pasado 14 años. Aún sigo buscando a mi hermana. 

Hace siete años, el grupo fuimos a un bosque en Canadá cerca de mi antigua casa, y por tanto, cerca de donde ocurrió el accidente. Aproveché todo lo que pude para investigar en secreto. A Slenderman no le gusta que sigamos ligados a nuestras anteriores vidas.

Allí, me encargué de buscar a uno de los anteriores amigos de mi hermana. Cuando lo encontré estaba con un grupo de yonkis en una casa abandonada llena de humo y mierda. No me lo pensé dos veces, le obligué a confesarme todo lo que sabía. Pensé en amenazarlo con tirar por la ventana alguna de esas estúpidas drogas, aunque en realidad no me hizo mucha falta: Ir armado con dos hachas y medir metro ochenta tiene sus ventajas. No tardé en enterarme de que Lyra estuvo saliendo en secreto con un tal Marcos Chávez, un hombre violento seis años mayor que ella y que durante su relación comenzó a actuar como camello de una mafia de la zona, lo que hizo que Lyra rompiera con él al enterarse. Un mes más tarde ocurrió el accidente. 

Estos últimos años he estado descuidando la investigación, aunque tampoco es que haya tenido muchas más opciones. De todas maneras, sé que lo que ese yonki dijo era cierto, pues logré encontrar a la familia y otros antiguos amigos de Marcos Chávez, pero por más que lo he buscado no hay rastro de él. Parecía como si hubiera desaparecido, igual que Lyra. Estaba seguro de que era el culpable de lo que ocurrió, y de que no fue un accidente. Sea como fuere, Cody me ayudaba con todo esto siempre que podía. 

[TOC, TOC]

—Toby, soy Masky. Abre.

Guardé con rapidez todos los periódicos antiguos que tenía sobre la mesa. Masky jamás me delataría ante Slenderman, pero siempre me recriminaba estar investigando sobre Lyra.

—El diccionario acepta la expresión ‘por favor’, ¿sabías? —Le dije. Él se quitó la máscara al entrar y cerró con un portazo. Sí, definitivamente era Masky.

—¿Qué estás escondiendo? —dijo y ladeé levemente la cabeza— ¿Sigues con lo de tu hermana?

—¿Qué? No.

El otro lado (Novela Creepypasta)Where stories live. Discover now