Prólogo

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Dios, quiero morir

El salón de clases parecía la escena de un juicio, donde no habían testigos o jurado, solo acusados sin defensa y un juez de grandes lentes cuadrados que se agrandaba más con cada paso que daba entre las filas. Algunos alumnos se mantenían calmados sin despegar su vista del papel, mientras que otros no sabían que les depararía el futuro en caso de fracasar.

El tiempo asignado llegó a su fin y el timbre pegó un grito que era semejante al verdugo dando la oportunidad de decir tus últimas palabras.

¿Por qué no presté atención?

Solo al día siguiente el veredicto estaba listo. Le entregaron el papel lleno de círculos rojos aquí y allá y un gran número negativo plantado en la esquina. "Una lástima señorita Wada", solo eso alcanzó a decir el maestro para continuar entregando hojas con severidad.

Decepcionante

Llegar a casa parecía un peor destino que la muerte. "¡Siempre es lo mismo contigo, carajo! ¡Haz algo útil por una vez! ¡¿Lo estás haciendo a propósito?!" Solo quiso subir a su habitación y fue lo que hizo. Ni siquiera sé molestó en bajar a cenar, solo durmió y durmió, como siempre.

¿Por qué?

A la tarde siguiente, se quedó frente a la puerta de la casa, con la llave en la mano ... y se dio la vuelta.

Ya no quiero

Sálveme Señor _ Seshomaru x lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora