El Torneo de las Masas

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  Jorge y Carlos con su deseo de  llegar a poseer una cadena de comida rápida, no perdían el tiempo buscando inversionistas ni préstamos, su hipótesis decia que para convencerlos de aportar dinero, era necesario convertirse en unos verdaderos conocedores del negocio que habían elegido.

  Se les ocurrió empezar por aprender sobre el sustento mismo del asunto que los movía, iban a empezar aprendiendo con experimentos, las propiedades del pan árabe y las variables que afectan su uso en pitas.  Empezaron fabricando pan árabe en sartén, controlaban el espesor utilizando un rodillo que deslizaban sobre dos palitos de bambú de los que se usan para armar un Kebab, pronto cambiaron a dos aros de caucho "O-Ring" sobre el rodillo, colocaban la rodaja de masa, en una sartén,  usando una pala de cocina, allí la calentaban entre medio y alto (nivel 6 en su parrilla de inducción o 320°F cuando usaban ese fogon en modo de control de temperatura)  era un procedimiento relativamente rápido, solo un par de minutos, hasta que la veían empezar a inflarse, la volteaban con la pala,  cocinaban el otro  lado por un par de minutos, así fabricaron sus primeros panes en sartén, panes que con ese método de cocina resultaban con una burbuja interior que facilitaba abrirles un bolsillo, rellenarlo y disfrutar unas pitas.

  Con ese procedimiento conseguían que todos los panes fueran de aproximadamente el mismo espesor, para obtener una rodaja redonda partían de una bola de masa del tamaño  de una pelota de golf, la aplastaban con  la mano tratando de darle una forma tal que al pasarle el rodillo formase la rodaja sobre la superficie donde estaban amasando.  Tomaban notas de sus ensayos y parecían pensar que algún día tendrían una máquina que realizará esos pasos con menos esfuerzo, que su objetivo principal inmediato era obtener datos para algún día evaluar dicha máquina u otra similar.

  Cortaron algunos panes y con un cuchillo de mesa los partían en mitades y luego con el cuchillo les abrian el bolsillo, lo rellenaban y por último los comian evaluando el par de pitas.  Unos días despues hacían lo mismo con los panes guardados (habían amasado una libra de harina de trigo leudante) y en una tostadora de pan recalentaron esas mitades, les abrieron  bolsillos, los rellenaron y finalmente compartieron sus pitas y sus evaluaciones.

  Sabían que tenían muchas cosas que aprender, una de ellas muy importante, buscar que prefieren los clientes, lo que quieren realmente, no lo que dicen que quieren, ni lo que piensan que quieren.  Por esa razón. hacian pruebas, para conocer mejor su posible producto, sus alternativas, y llegar a  seleccionar casi intuitivamente la alternativa adecuada,  esa que sus clientes hallaban realmente valiosa para ellos.  No hacerlo, Carlos y Jorge estaban seguros, era un desperdicio de su precioso tiempo.

Eran los mismos motivos que los impulsaban a hacer panes con diversos ingredientes, hacian ensayos con harina de maíz, de yuca, de arroz, de papa. Todas ellas harinas milenarias que por diversas razones podrían llegar a ser la elección para las pitas del negocio, aunque solo fuera por un mes.  La frase "crear, medir, aprender", merece entenderse como una forma de convertir la pasión en una relación a largo plazo.

El Principio de La Pita Paisa Where stories live. Discover now