Maximiliano Fiore es el jefe de cirugía del equipo treinta y cinco de voluntarios de la asociación Save the Children. Todo el equipo está realizando su última ruta de cinco meses por las zonas rurales y aisladas de Sudáfrica antes de regresar a casa...
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Aterrizamos en Sudáfrica al anochecer, Tyler como siempre fue el predilecto en recogernos, las cosas durante el fin de semana fueron bastante tranquilas en el campamento. Pero la tensión que nos acompañó desde el aeropuerto hasta nuestras carpas fue descomunal. Sahara no dijo una sola palabra simplemente bajo su maleta y con pasos rápidos desapareció de mi vista.
—¿Ahora que le dijiste amigo? —Tyler trato de poner un brazo en mi hombro pero de un manotazo lo aparte
—No me jodas...
—Max...Maximilianito...vamos dímelo...
No me quede a oír alegatos, solo seguí caminando y ya en mi carpa me quite la ropa de viaje para ponerme el pijama y descansar. Al menos mi mente se relajara y podrá procesar lo sucedido para buscar la forma de encontrar una solución.
***
A las siete en punto ya me había levantado y empezado a mover todo en el campamento. Tyler, Mason y Merry hicieron un excelente trabajo en todo momento y más con la ausencia tanto mía como de Sara, aun así había ciertas responsabilidades que solo nos correspondía a nosotros. Primero firmar, altas, permisos y algunos documentos legales, segundo yo tenía algunos pacientes en área de urgencias y rematamos todo con dos cirugías de improvisto.
El día se fue volando y cuando menos lo preveía ya estaba de regreso en mi carpa, Tyler tenía sus audífonos puestos y movía las manos al ritmo de la música, apenas si notó cuando entre.
—¿Estás bien? —quito los tapones de sus orejas, le di una mirada y vi al moreno nervioso pero ahora más que eso se veía tenso y preocupado
—Si...—fui cortante—¿Porque la pregunta? —sin quererlo por la pesadez del día troné mi cuello para aligerar la tensión acumulada de las últimas horas
Tyler se removió algo incómodo en su cama y terminó por levantarse a dar algunas vueltas—Max, sabes que nunca soy chismoso en asuntos tuyos pero siento la incómoda y urgente necesidad de hacerlo ahora... —como respuesta de mi parte se ganó una mirada de pocos amigos
—¿Y eso porque?
—No hagas esto tan difícil ¿quieres? —trono sus dedos y masajeo sus sienes—Iré al grano...
—Por favor...
—¿Qué pasó en Ámsterdam?.... —bajo su tono de voz—Sobre todo entre tu y Sara...
Carajo.
No me jodia lo que nos pasó si no que los demás ya se habían dado cuenta de que algo nos había pasado. El hecho de que más gente se entere genera presión y estrés, de por sí buscar una solución a esto no será algo fácil y ahora alguien más ya está metiendo sus narices. Solo agobia más a Sara y a mi me dificulta las cosas.
—Nada que no tenga solución...—trate de sonar coherente y franco
—Ok, tu ganas Max...—levantó las manos—No me meto en lo que no quieres hablar, lo respeto, pero tal vez debas saber que si ocupas algo o quieres ayuda...estoy aquí...
