༻𓊈𒆜1: Kingcards 𒆜𓊉༺

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Como ya era costumbre antes de cada evento especial, Taehyung unió sus labios para garantizar la aplicación equitativa de su lip gloss favorito

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Como ya era costumbre antes de cada evento especial, Taehyung unió sus labios para garantizar la aplicación equitativa de su lip gloss favorito. El omega puro estaba contento con lo que sus orbes avellana veían en el gran espejo de su tocador. Sus preciosos cabellos dorados resaltaban en ondas perfectas y su encantadora silueta era envuelta por un traje rojo y varias joyas cortesía de Cartier, marca de la que se volvió en embajador hace apenas unas tres semanas.

A día de hoy, no existía marca de ropa que no lo quisiera como su modelo. Los contratos de exclusividad le llovían, pero él nunca se ataba a una sola cosa. Quizá la única excepción en su vida fue con Celine, quienes decidieron confiar en su potencial cuando seguía siendo un principiante en la industria. Ya era casi una década desde ese momento, por lo que Kim creía que el cariño hacia la marca no se desvanecería por nada del mundo.

Su vida nunca fue color de rosa, tuvo que pasar por distintas penurias antes de ser conocido como Vante, el actor apasionado que sabe adaptarse a cualquier papel que le den y el modelo que atrapa a todas las cámaras con una sola mirada, porque sabe cómo seducirlas.

Eventualmente, un pequeño gusto por la música nació y decidió practicar hasta convertirse en cantante. Su tono barítono era una delicia para los oídos de las personas que lo escuchaban, sin embargo, esta faceta pocas veces era explotada por el talentoso joven, pues las únicas excepciones que hacía se daban cuando le pedían que interpretara alguna canción para los dramas en los que participaba.

Cada una de las canciones que sacó fueron un éxito en diversas listas musicales, pero Taehyung no estaba convencido de sacar algo que fuera cien por ciento propio a pesar del constante apoyo de sus seguidores más acérrimos. Ya habría tiempo para eso en el futuro, por el momento actuar y modelar eran sus dos mayores prioridades. Ambos trabajos le daban felicidad y eso era lo que más le importaba.

No obstante, un verdadero reto para su trayectoria se acercaba y ni siquiera se lo imaginaba.

Una vez más repasó su look de pies a cabeza antes de tomar asiento, esperando pacientemente a que alguien del staff lo llamara para que saliera de su camerino improvisado; con el objetivo de atender el primer compromiso de los muchos que tendría durante la tarde y noche venideras. No se encontraba nervioso en lo más mínimo, porque los eventos realizados en países que no fueran Corea del Sur eran pan comido.

Si era sincero, más ansioso se ponía estando en su país natal, a comparación de un sitio extranjero, de los cuales conocía varios por sus diversas campañas promocionales, tales como: Estados Unidos, España, Italia, Tailandia, México, Londres, París, entre otros.

Cada uno logró cautivarlo, pero no se veía viviendo en ninguno de ellos a futuro.

Al ser el ícono de Celine—la casa de ropa que le abrió las puertas desde que era un chiquillo con muchas ilusiones dispuesto a trabajar duro para salir adelante— el modelo supo que no tenía razones válidas para angustiarse o sobre pensarlo.

Strange Sensations; JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora