Capítulo 27

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S a m a n t h a

Habían pasado unos días desde la confesión de Mia sobre su pasado y tenía una sensación agridulce desde entonces. Por un lado me sentía afortunada de que confiara de ese modo en mí, que tirara sus barreras y se mostrara vulnerable por un momento. Y, por otro, estaba llena de rabia e impotencia por lo que le tocó vivir,pasar por algo así...y que encima te pongan en tela de juicio...

Nuestra sociedad aún tiene mucho en lo que avanzar y sobre todo educar más en temas importantes,
: hablar de respeto, consentimiento, relaciones tóxicas...Muchas cosas que parecen temas tabúes y no deberían serlo. Desde los centros educativos es desde donde hay que empezar y no que nos den una simple charla donde nos enseñan a como poner un condón sobre un plátano, hay mucho más detrás de eso y las cosas que ocurren en nuestra actualidad son un vivo reflejo.

Esta noche teníamos una pequeña fiesta en la residencia para celebrar que Alice va ser la fotógrafa deportiva de varios clubs. Loly me dejó las llaves del comedor y el permiso de celebrar allí, siempre y cuando dejara todo en orden. Pero antes de salir de la cafetería el señor Charles, abuelo de Marco, nos quería presentar a la camarera que íbamos a tener en el local.

Harry y yo preparamos todo para el cierre y esperamos a que llegara Charles. Llegó puntual como siempre, y junto a él venía Cervantes. No me lo podía creer... ¿Me iba a encontrar a esa chica en todos lados?. No es que me incomodara, pero era un poco intensa y no se cortaba en mostrar interés por mí y si llego a tener una relación con Mia, tendré que comentarle y poner límites a Karla.

- Harry, Samantha. Espero que todo vaya bien, como siempre hacéis un trabajo impecable- Nos saludó Charles con un gesto de cordialidad- Les presento a vuestra nueva compañera, su nombre es Karla y tiene muchas ganas de aprender.

Karla nos miraba a ambos con una sonrisa de oreja a oreja.

- Bueno, tengo un poco de prisa, os dejo solos para que os conozcáis y le paséis el horario.

Sin decir más Charles se despidió y desapareció en la noche oscura de Liyé. Harry estaba en silencio observando a Karla como si quisiera localizar de qué le sonaba y, justo cuando ella iba abrir la boca, él dió una fuerte palmada y abrió los ojos recordando quien era.

- La chica que buscaba la recomendación de libros.

- La misma- respondió acercándose a Harry y dándole dos besos, para luego hacer lo mismo conmigo- Al final no me tienes que invitar a ese café, parece que vamos a compartirlo.

Tensa me llevé la mano al cuello y Harry nos observaba sin entender nada, tenía que explicárselo para que no pensara nada raro.

- Bueno, Karla- cortó Harry, para poner su tono de jefe- Soy el encargado, por lo que el lunes puedes venir a primera hora y te explico a grandes rasgos un poco de todo. Cualquier duda o pregunta no esperes a cagarla para aprender del error, es importante que preguntes- comentaba en un tono frío y distante. Conmigo fue igual al principio, luego lo conoces y es un trozo de pan.- Ahora tenemos un poco de prisa, así que el lunes nos conocemos mejor ¿sí?.

- ¿Vais a la fiesta de la residencia?- preguntó con curiosidad haciendo que los dos nos miráramos con interrogación- Me invitó Gus, era por si podía ir con vosotros hasta allí porque el autobús tarda en llegar.

¿Gus invitó a Karla? Había cosas que se me estaban escapando, necesitaba una charla con mis amigos ¡ya!.

- Sí, claro- respondió escueto pero educadamente Harry.

Quería aprovechar el camino de vuelta para hablar con él de Karla, pero no iba a ser posible. Harry nos llevó en el coche, hablamos de las rutinas que solemos tener en la cafetería, los clientes especiales y temas bastante triviales para hacer el viaje más ameno. Karla nos comentó que estaba estudiando literatura, comentario que hizo que me girase y la mirara sorprendida.

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