32 | Sin opciones

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– Estoy embarazado – Sollozo – Vamos a tener un bebé.

El alfa soltó su arma, aún estaba parado en el marco de la puerta, sintiendo como poco a poco su respiración le fallaba. Ya no sentía miedo y le parecía irreal, realmente el no sentía ningún miedo ahora.

¿Por fin había hecho algo bien?

– Míralo, mírame – El omega se acercó hacia él, toco su hombro y el alfa decidido darse la vuelta por fin.

Miro atentamente a Jungkook, era el mismo, era el mismo omega bonito de siempre.

– Es nuestro, es tuyo y mío – Negó intentando retener las lágrimas.

Taehyung sintió un cosquilleo en sus manos, el como su cuerpo experimentaba todas las temperaturas, quería gritar, pero no por enojo, no por tristeza, el en verdad quería sacar esa emoción que estaba experimentado.

Así que solo sonrió inmensamente.

Tomo al omega por la cintura levantándolo levemente del suelo, le dio la vuelta por completo y sintió su felicidad plena al ver al castaño sonreír.

– ¿Es verdad? ¿Estas diciendo la verdad? – Jeongguk asintió tomándolo por los hombros – Esto es... increíble.

– Por eso tienes que detenerte – El alfa borro su sonrisa lentamente – No quiero que mi hijo crezca sin un padre, por favor, detente.

– Voy a ganar – Tomo su mano y beso sus nudillos – Voy a ganar y todo estará bien.

– Por favor, hazlo por nosotros – Llevo la mano del alfa hasta su vientre y lo miro – No nos hagas esto.

– Lo hare por los tres – Miro el vientre plano del omega y sonrió sutilmente – Tenemos que crear un mejor futuro.

– Si mueres – Tomo aire alejándose del alfa – Moriremos contigo.

– No pasara.

– Y si vives – Dijo firme, Taehyung lo miro atentamente – No volverás a vernos nunca más. Me iré y hablo enserio, me iré tan lejos de aquí que jamás podrás encontrarnos.

– No digas tonterías – Negó, pero no podía ocultar que la seriedad del omega le aterraba – Jungkook.

– Lo digo enserio – Limpio sus ojos avanzando de nuevo hacia él – Tengo miedo, no me dejes.

Taehyung lo abrazo con fuerza, paso un brazo por cintura y lo jalo hacia él, dejando sus rostros lo suficientemente cerca como para que sus narices chocaran.

Beso sus labios con delicadeza y acaricio su cabello con lentitud, Jungkook se aferro a sus hombros, cerrando los ojos y permitiendo así que el resto de lagrimas resbalaran por sus mejillas.

– Esta bien – Sonrió el alfa – No te perderé, está bien.

Jungkook suspiro aliviado.

– Quédate – Rogo – Quédate conmigo Taehyung, por favor.

El alfa se mordió los labios.

¿Dejarlo todo? ¿Faltar a la promesa de su padre? Sonaba aterrador, pero no mas aterrador que un futuro sin el omega que amaba.

Sin el omega que lo hacía sentirse vivo, humano y amado.

Y que estaba por darle un hijo, una persona pura y de buen corazón. Taehyung podía creerlo, ¿Al fin había hecho algo bien?

– Vámonos – Jungkook lo tomo por el rostro – Vámonos de aquí, no me importa si tengo que vivir en la basura, vámonos.

Taehyung miro a su alrededor, pero Jungkook lo volvió a tomar por el rostro.

– Vámonos Taehyung, olvidemos Gorse y Aurea – El alfa limpio las lagrimas del precioso rostro del omega – Creemos nuestro propio reino, por favor.

El pelinegro dejo un casto beso sobre los labios del omega y le acaricio el cabello.

Jungkook sonrió ampliamente, como si un gran peso se le retirara de encima.

– No hay tiempo, vámonos así – Murmuro despacio – Vámonos, vámonos ya por favor.

El alfa suspiro pesadamente, soltó al omega y se aproximó hacia la puerta.

El castaño lo miro con los ojos llenos de lágrimas, Taehyung lo miro y apretó los labios.

– Todo estará bien – Murmuro despacio, el omega se acercó hacia la puerta, pero no pudo hacer mucho.

Taehyung lo sabía, Jungkook era bastante persistente y no se rendiría fácilmente, así que no tenía otra opción.

Podría huir y esconderse, pero sabia que el destino de Gorse se volvería aun mas oscuro con Daehyun como rey. Daehyun era un demonio, desde que había nacido, su padre lo sabía, había intentado encerrarlo antes pero nunca hubo una buena razón.

Ni siquiera cuando mato a su madre.

– Tae... – Sollozo, el alfa salió de la habitación rápidamente.

Jungkook lo intento, pero el pelinegro lo empujo de nuevo hacia adentro, cerro la puerta y busco la llave entre sus ropas.

– ¡Taehyung! – Grito el omega desde adentro, golpeaba la puerta con fuerza intentando salir.

El alfa cerro puerta bajo llave.

Se alejo lentamente y sintió su corazón caerse a pedazos, no le gustaba ver a su omega llorar de esa manera.

– ¡Déjame salir! – Apretó los dientes y se alejo a paso lento de ahí.

Los empleados se amontonaron en las puertas de servicio, lo miraron fijamente en espera de alguna orden, pero no sucedió.

– Majestad... – El mensajero se acercó hacia él, incentivado por sus propios compañeros – El consejo...

– Dile a Juwon que venga por su hijo – Interrumpió – Que no lo deje volver a aquí y lo resguarde muy bien.

– Pero... – Taehyung lo miro.

Claro que era su omega y su hijo, pero no podía ser egoísta en esos momentos.

– Que no lo deje volver por nada del mundo – Recalco, el alfa asintió en silencio y retrocedió.

– Sera como usted lo diga – Suspiro – El consejo...

– Me importa una mierda el consejo – siseo – Largo de aquí – Miro a los demás empleados y apretó la mandíbula, todos esperan el desenlace.

Era mejor no seguir hablando.

Tomo una gran bocada de aire y salió del castillo, sin nadie acompañándolo, solo su arma, esa con la que había arruinado su vida y la de su hermano.

Esperaba tener la misma racha de suerte, porque realmente no tenia otra opción mas que acabar lo que nunca debió comenzar. 


NARCISO | Taekook / OmegaverseWhere stories live. Discover now