Viajero Perdido - [Cinco y T/n]

Cap. III: ¿Pretendientes o patanes?

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Y entonces me enamore como nunca. Anhelaba estar a tu lado, anhelaba tocar tus mejillas y ver que eras real... ¿pero lo eras? A veces pienso que eras parte de mi imaginación.
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— El deseo en una pareja no es solo la parte carnal. También es el deseo de estar a su lado, de mirar su sonrisa una vez más, y saber que solo con eso podría irse el mundo al carajo, pero tu estarías lleno de alegría. —recito—. No sé qué es el amor, nunca me enamore, pero desearía que mi primer amor fuera para siempre, hasta mis últimos alientos.

Recibió aplausos de su público a lo cual sonrió hacia ellos, no fue hasta que su mirada se topó con aquel chico solo, con aquel viajero del tiempo.

Bajo de las tarimas e intento acercarse a él, sin embargo, Miriam llego por detrás de él.

— Creo que es hora de irnos, mañana será un gran día.

— Mierda —musito al ver como ambas personas se iban.

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— Te vez hermosa, hermana —expreso Sloane desde la puerta.

Un nuevo día habia llegado al castillo, con ello el día de la ceremonia para los pretendientes de la princesa; quien por cierto no estaba nada feliz.

— Si, claro —gruño apartándose de la costurera.

— Susan, espera a fuera —intervino Sloane con un suspiro cansado.

— Si, alteza —luego de una reverencia salió del lugar dejando a las princesas solas.

La más joven miro por la ventana, pues ver su reflejo en el espejo solo la hacía asquearse.

— No puedes ser grosera con tu gente.

— ¿Eso cambia algo de lo que vivo? —gruño—. No quiero casarme con un idiota, Sloane. Solo querrán casarse por mi riqueza y para darles bebes como una maldita fabrica. —giro hacia su hermana—. Merezco más que eso, valgo más que eso. No quiero que los príncipes o reyes me pretendan como si fuera un maldito trofeo.

— Hermana-

— No. Yo sé que no seré feliz, y la prueba eres tú, dejas que un idiota te gobierne porque no tienes autoridad propia.

— ¡No estamos hablando de mí!

— Dicen que la verdad duele. Y ahora me obligas a mí a vivir tu infierno.