y o υ r ѕ ────── Pedri Gonzalez

────── ojitos delicados

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т я ι ν ι α: ℓ σ ν є

"Before I knew you my heart was only in linear motion [...] The distance between "I" and "U" is far but F*** JKLMNOPQRST . I went past all those letters and reached you. See, "me" and "you" are the same too, though that doesn't mean I am you. I want to be a part of your page, I want to interfere in your story as your lover"

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—¡Fuiste re mami, Pablo!

La risa de cada uno de los presentes se hizo presente dentro de la sala mientras Alex seguía indignada por lo que había acabado de ver.

Gavi y Fer habían decidido competir entre ellos tomando siete shots de un tequila rancio que Alex había comprado para resguardar alguna noche sombría. Sin embargo allí se encontraba la botella, siendo utilizada para apuestas que surgían a último momento.

 Y a pesar de asegurarle a Alex que ganaría, Gavi ni siquiera logró tomarse el segundo shot que ya tenía arcadas haciéndole perder cincuenta dólares a Alex que había apostado ciegamente por creer en su amigo.

Mientras observaba a su novio y cuñado festejar la victoria, Alex pensó en como la situación cambió: Pedri parecía ya no dudar de Gavi y sus intenciones para con ella por lo que generó una alianza entre ellos y Fer.

En un abrir y cerrar de ojos, los tres se encontraban instalados en su departamento compartiendo los momentos más random e inexplicables posibles y si bien no estaba acostumbrada a estar acompañada, sentía que aquella oportunidad que la vida misma le estaba dando era algo que debía aprovechar.

Pedri se levantó del sofá y se dirigió a la cocina en busca de más bebidas. Por unos instantes, el trío se quedó en completo silencio ya que cada uno se encontraba observando lo nuevo en sus respectivas redes sociales. Solo la música cortaba esa escena.

—¡Hala! Que las chavalas se andan tomando en serio mi relación con Ana, eh.

Alex y Fer observaron a Gavi con simpatía.

Gavi y Ana tenían tiempo de conocerse, sin embargo, no tenían más que encuentros casuales. Ambos disfrutaban mucho de la compañía del otro, pero Gavi seguía prefiriendo la exclusividad y la quietud que solo la soltería aun lograba otorgarle. Para el menor, su carrera era la base principal a lo que debía aspirar.

—Pero, ¿qué onda? ¿Qué andan diciendo? —preguntó Alex, dejando a un lado su teléfono.

—Pues que es mi novia, que me la ando ligando hace tiempo...