────── regalo

3K 232 73
                                    










───────────────────────

м є ∂ ∂ ℓ є   α в σ υ т

"We only met each other just the other day, but you already got me feeling some type of way" 

───────────────────────











Mientras esperaba ingresar a su habitación, Pedri tomó un poco de aire cerrando sus ojos. Sonrió satisfecho. Su cuerpo estaba totalmente calmado. Todas aquellas voces que lo molestaron durante días por fin habían desaparecido y todo ese malestar que lo había abatido a tal punto de tenerlo de rodillas ya no significaba nada al lado de los nuevos recuerdos que tenía junto a Alex.

Era la primera vez que se dejaba ver tan vulnerable ante una persona que no fuese perteneciente a su familia y eso, por alguna razón, le generaba muchas dudas. Siempre que solía presentarse ante una chica solo dejaba que se viera eso mismo que los medios percibían y mostraban de él, sus intenciones no eran más que sexuales por lo que nunca vio necesario mostrar su verdadera cara.

Sin embargo, y por alguna razón totalmente desconocida, no se arrepentía por dejar que Alex llegara a un punto tan delicado para él. Haberse mostrado, por primera vez, como él realmente era, un simple joven de Canarias que no dejaba de tener veinte años, significaba que confiaba lo suficiente en ella como para saber que, a pesar de darle los motivos suficientes para lastimarlo en algún futuro incierto, no sería capaz de utilizarlo a su favor.

Por unos momentos sintió olerla por lo que olfateó un poco su hombro: el perfume de Alex se había impregnado sobre su ropa. Mordió sus labios y recordó los tres besos que se dieron.

Mierda, creo que me ha pillado, pensó.

—Hostia, tío, que por fin has llegado.

Sobresaltado, Pedri observó a Gavi. Éste se encontraba sobre su cama, su rostro era serio, como la mayor parte del tiempo, por lo que el mayor decidió restarle importancia y acomodarse.

—¿Puedo saber dónde te has metido?

—Solo he ido a dar una vuelta... necesitaba distraerme. —respondió Pedri sin mucha importancia.

—Claro, y por eso te has venido con unas flores, eh. —El inconsciente de Pedri falló y volvió a sonreír cuán un pequeño idiota—. Ya veo, te las ha dado Alex.

—Pues sí.

Tras unos segundos de silencio, Gavi volvió a hablar:

—Entonces, ¿qué piensas hacer?

y o υ r ѕ   ────── Pedri GonzalezDove le storie prendono vita. Scoprilo ora