ִ ۫ 𓍯 ִֶָ 𝐜𝐡𝐮𝐛𝐛𝐲 ⑅ 𝐲𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧 . 𔘓𓂃 ִֶָ

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Los días domingos eran muy agradables y más si pasabas la tarde con tu omega. 

Yoongi era una persona bastante trabajadora y a pesar de eso, no solo ponía su concentración en su trabajo. Jimin era más importante que cualquier cosa y siempre le da el tiempo que merece, porque su bebé no se conformaba con poco y él lo sabe muy bien.

¿Lo mejor de vivir juntos? 

Actúan con novios aunque ya sean una pareja. Yoongi es tan feliz, que incluso la palabra "matrimonio" pasó por su mente muchas veces. Lástima que Jimin jamás había mostrado interés en este tipo de cosas, porque para el omega, compartir su vida con Yoongi y ser una pareja como ahora lo era, era mucho mejor que estar casado. Aunque no había mucha diferencia de esto, lo único que faltaba era un papel y un anillo en su mano.

- ¿Y si salimos al parque? - Yoongi soltó una risita al ver a su pareja estirándose sobre la cama para poder quitarse la pereza - Hoy hace un lindo día, Yoonnie.

- Es raro que quieras salir - mencionó, prestandole atención al libro que sostenía en sus manos - A ti no te gusta salir donde hay muchas personas. 

- Me gusta estar a solas y más si es contigo - admitió - Pero hoy si quiero salir y tal vez podamos compara un helado... - se mordió el labio con fuerza y Yoongi alzó la vista para dirigirle una mirada desaprovadora.

- Eso si que no - negó con su cabeza repetidas veces y Jimin soltó un chillido en queja - No te pongas así, bebé. 

- Pero, ¡Hyung! - se puso de pies, bajando de la cama, dirigiéndose hasta donde estaba Yoongi, sentado en el cómodo sofá grande que estaba colocado en su enorme habitación.

- No, Hyung nada - frunció el ceño cuando Jimin se aferró a su cuerpo y se sentó sobre él para empezar a darle muchos besos - Jiminnie...

- Solo un poquito, ¿Si? - puso sus ojitos como los de un cachorrito bebé y un puchero apareció sobre sus labios - Me eh portado bien estos días, mi amor.

- El helado no es bueno para tu dieta en estos momentos - le recordó - SeokJin te prohibió comer ese tipo de cosas y a mi me ordenó dejar de comprarte chucherías. 

Los ojitos de su pequeño se cristalizaron y Yoongi se sintió culpable por hacerlo querer llorar. Si por él fuera, le diera a su bebé todo lo que quería, pero debía ser estricto y menos consentido si quería ayudar a su hermoso omega a cumplir con su pequeña meta de adelgazar.

- Mi amor, sabes que no puedo cumplir eso - suspiró un poquito cansado - Debes mantenerte al pie de tu dieta y yo no puedo intervenir comprandote cositas dulces. 

- ¿Ya no me amas? - si, tal vez Jimin estaba usando su arma secreta. Él en verdad era un buen dramático cuando de chantajear a Yoongi se trataba. 

- Claro que te amo, bebé - dejó su libro a un lado y retiró los lentes redondos que estaba utilizando para tomar de la cintura a su pequeño - Solo porque no quiera cumplirte un capricho, no significa que no te ame.

- Pero... yo quiero comer heladito de vainilla - se quejó de manera adorable y se abrazó al cuerpo de su Alfa.

- En unos meses podrás comer nuevamente eso, pero de una manera diferente, de vez en cuando y en pocas cantidades, ¿si? - se encargó de besar sus gorditas mejillas y sus rojitos labios.

Estuvieron de aquella manera unos momentos y Jimin se bajó del regazo de Yoongi, haciendo que el contrario se sintiera extrañado cuando el rubio se quedó de pies frente suyo.

El pálido bajó sus pies para sentarse normalmente y se abrazó a las caderas de su bebé, apretando gustosamente sus carnes y su enorme trasero.

- ¿No me darás helado, Alfa? - Yoongi suspiró un poco y negó con su cabeza, escondiendo su rostro en el vientre cálido de su bonito rubio.