Segundo libro de las reglas del deseo
Hay primeros amores que no son los destinados para ser los últimos.
Hay corazones que merecen vivir rotos por haber lastimado a otros.
Hay personas que están mejor separadas, pero que el destino decide juntarlas...
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Damián se ha ido de la casa, eso es lo que me contó Carol, pues yo he preferido recluirme en la cocina. Al parecer, Laura lo esperó hasta que salió y se fueron juntos; estoy intentando procesar el curso que está tomando mi vida, realmente es duro aceptar que me haya dejado de verdad, para siempre.
Jamás pensé que el amor se nos acabaría, o bueno, al menos de su parte, porque, aunque quiera, sé que jamás podré olvidarlo ni dejar de sentir que me quemo por él.
— ¡¿Me puedes explicar qué está pasando?! —Grace entra como una fiera a la cocina, está roja de la ira y sé que me espera un buen combate, aunque esté emocionalmente agotada.
Al mismo tiempo que Damián se marchaba aproveché para llamar a Anderson y contarle sobre su victoria, su actitud cambió inmediatamente, la emoción en su voz era tan real que me aterró su nivel de crueldad, nunca le he importado, pero eso no significa que me deje de doler.
Me imagino que Grace acaba de enterarse, Anderson le comentó o vio las noticias, porque quince minutos después de terminar la llamada con él todos los medios estaban hablando de mi reconciliación con Marcos. Él ya tenía todo arreglado, sabía que ganaría, solo le faltaba saber el cuándo.
La historia que ha creado es perfecta, Marcos y yo estábamos muy nerviosos y la distancia no nos ayudó, hubo varios malos entendidos entre ambos y fuimos impulsivos, sin embargo, estuvo cuando más lo necesitaba y me di cuenta de que no podía vivir sin él, así que nuestra boda será en una semana, no queremos esperar.
Mi Instagram volvió a aparecer con una publicación que definitivamente no posteé, pero la descripción es convincente y emotiva, hay miles de comentarios felices por nuestra unión.
¿Será que esto es lo correcto? Todos parecen empujarme a este momento, beneficio a muchas personas con esta decisión y obtener tantas felicitaciones hacen que me sienta miserable, es como si debiera estar felices porque todos lo están, excepto mi madre.
— ¡No lo acepto! —Grace vocifera caminando en círculos, Carol intenta explicarle y no se lo permite, yo sigo callada en el taburete—. ¡Necesito una explicación! Damián no me responde y me entero de esta mierda en las noticias, y presencié la reacción de Alex, así sé que él tampoco sabía nada de esto.
Murmura, maldice, menciona mil veces que no permitirá que la boda suceda, que es una decisión incorrecta. Habla de mi relación con Damián, de los problemas que hemos enfrentado y como nuestro reencuentro nos devolvió a la vida, no se calla, no para, aunque me esté lastimando al recordármelo todo.
—Esto es solo una pelea tonta, estoy segura de que lograrán superarlo si conversan como dos personas maduras —mira a Carol y luego se detiene en mí—, yo no quería que terminarán, solo que dejarán de lastimarse.
—Y por eso me ha dejado —le respondo sin poder mirarla siquiera, tengo los ojos en la pared.
— ¿Qué has dicho? —sabe perfectamente lo que he dicho, pero ella también necesita una explicación, poder cerrar el ciclo.
