Segundo libro de las reglas del deseo
Hay primeros amores que no son los destinados para ser los últimos.
Hay corazones que merecen vivir rotos por haber lastimado a otros.
Hay personas que están mejor separadas, pero que el destino decide juntarlas...
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Damián.
Desde que la veo mirándose en el espejo me convierto en un idiota, si antes dejar de mirarla era un desafío, ahora ni siquiera es una opción. No sé si lo que hago se llama mirar, creo que la definición correcta es detallar, detallo su rostro sonriente y emocionado, detallo su hermoso cuerpo que está espectacular con ese vestido, la detallo a ella, a toda, por completo.
Quisiera poder escondernos para siempre, ella y yo juntos, cumpliendo nuestros sueños sin pensar en tristezas o desgracias, quisiera tenerla siempre para mí, abrazarla y besarla sin impedimentos, sería feliz siendo el responsable de sus risas, enojos y suspiros.
Quizá saber que la perderé en cualquier momento me hace apreciar mejor cada minuto a su lado; me siento un mentiroso al realizarle promesas de un futuro imposible. Todo marcha perfecto después de disculparme como es debido, la noto extraña, preocupada, Camilo no ayuda mucho mencionando a Valery, hasta se marea y todo con solo la mención de ella.
Intento distraerla y la familia de Camilo ayuda mucho, Giselle no se calla y me alegra, Amanda se ve feliz. No me gustan mucho los eventos sociales, me siento cohibido, pero estando al lado de Amanda todo se siente diferente, más cómodo y natural. Cuando se van los invitados aprovecho que Giselle captura a Amanda y se forma el grupo de mujeres que susurran y hombres que están pegados al televisor.
Cuando me llega la llamada de Marcos todo mi cuerpo se coloca en alerta, él me advirtió que su llamada traería noticias que lo cambiarían todo, así que contesto y me alejo, cuando me explica lo que le ha sucedido a Alex me quedo en shock.
No puede ser un accidente, no con las advertencias que me dio el hijo de puta. Le he ocultado muchas cosas a Amanda y me siento culpable que por desear tenerla a mi lado alguien haya salido lastimado, alguien que ella adora.
Él sigue hablando como si nada y menciona que está parqueado en frente, no puedo creer que nos haya estado siguiendo todo este tiempo, no tiene límites, está completamente desesperado. Corro hacía él para echarlo a patadas.
—Tengo un jet esperando por nosotros, ella va a querer volver cuanto antes —hago silencio cuando lo veo recostado en la puerta del auto, él se da cuenta de mi presencia—, está en todas las noticias, lo están emitiendo justo en este momento a nivel nacional —y cuelga.
Solo pienso en ella, despierto del trance y dejo a Marcos para correr hacía ella. Llego justo cuando están emitiendo la noticia. Amanda está pálida, se me rompe el corazón verla así; la cosa se complica cuando observa a quien tengo a mi lado, entre todos logramos agarrarla cuando se desmaya.
Tranquilizo a la familia de Camilo y les aseguro que todo está bien cuando ni siquiera yo lo creo.
—Ve por Tobby, cuídalo mientras tanto —le pido a mi mejor amigo antes de sacar a Amanda en brazos.
