Una pepita de consejo

Capítulo 19

"¿Hablas en serio, Jiraiya?" Naruto escuchó decir a una mujer mientras entraba a la oficina del Hokage para su entrenamiento semanal con el Hokage. Naruto supo que era Tsunade cuando escuchó la voz. "¡Acaba de salir de un coma!"

" Lo entiendo , pero es el shinobi más fuerte que tenemos. Lo necesitarán".

"¿Están realmente tan desesperados?" La mujer Senju se chupó los dientes.

"¿Por qué suenas tan incrédulo, Tsunade?" Jiraiya apoyó el lado izquierdo de su cara con la mano, mirándola fijamente. "¿No viste nuestra situación en el hospital? Si los médicos están sobrecargados de trabajo, nuestras fuerzas también están tensas. No es que nuestros enemigos nos dejen lamernos las heridas de la Invasión".

Suspirando, Tsunade se frotó las sienes. "Entonces, ¿quieres que haga, qué? ¿Tenerlo listo mañana para una misión ?"

"No podemos aguantar mucho más. Nuestro pueblo necesita a nuestro mejor shinobi en funcionamiento", respondió el Hokage. "Se necesitan los talentos de Kakashi en algunas misiones de alto rango que han aparecido recientemente. Un contrato aquí y la gente tiene que morir, ya sabes, mierda normal". Una leve sonrisa apareció en el rostro de Jiraiya. "Además, ya sabes cómo nos ponemos los shinobi. Nos volvemos locos si estamos en el hospital por más de una semana. Probablemente le esté haciendo un favor a Kakashi".

Tsunade miró a sus compañeros sannin. "No puedo creer que hayas dicho eso".

"Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas, querida. Oh, ese viejo adagio nunca ha sido tan apropiado. Espero que no lo hayas olvidado con el tiempo que has estado fuera del juego", pronunció el Hokage, dándole un ceja levantada.

"Esa es exactamente una de las razones por las que odiaba jugar ".

"Sí, bueno, la vida a menudo funciona de la manera opuesta a la que quieres", replicó Jiraiya. Después de un breve suspiro, continuó: "De todos modos, hablaremos de eso más tarde. Muchas gracias por tu ayuda, princesa. Probablemente deberías tomarte un descanso".

La mujer Senju resopló. "No soy uno de tus jōnin, Hokage- sama ".

"Sí, sí", el peliblanco agitó la mano. "Sigue recordándomelo. Puedo olvidarlo". Tocaron la puerta y Jiraiya la llamó diciendo: "Adelante, Naruto".

"Ah, hola", saludó Naruto a ambos. "¿Estoy interrumpiendo algo?"

"No, pasa , como dije antes. Tsunade estaba a punto de irse. ¿A menos que quieras quedarte y observar el entrenamiento de Naruto...?"

La mujer rubia pareció contemplar eso por un momento antes de negar con la cabeza. "No, voy a tomar mi descanso con calma. Además, si voy a necesitar que Kakashi vuelva a estar en plena forma, no puedo perder tiempo innecesario".

"Está bien entonces. Nos conectaremos más tarde en la noche". Tsunade asintió rígidamente al Hokage antes de salir de la habitación.

Naruto volvió la cabeza hacia Jiraiya después de ver a la mujer irse. "¿Kakashi-sensei va a volver al servicio tan rápido?"

"Tal como le dije a Tsunade, chico, Kakashi no puede darse el lujo de dormir. No cuando tiene el título de jōnin. Harías bien en recordar eso", refunfuñó el Hokage, mirando el papeleo en su escritorio. Una pila de papel francamente intimidante estaba sobre el escritorio del líder del pueblo. Después de un rato, Jiraiya gimió y se levantó de su escritorio. "Si quieres este trabajo que conseguí, también harías bien en recordar la pesadilla del papeleo".